El Whiskero

FE DE ERRATAS: Como mejor single malt del año puse al Cadenhead's, cuando éste es un Blended Malt... por tanto, sin duda alguna, el whisky del año 2022 de El Whiskero es éste: el Cadenhead's Sherry Cask Blended Malt... y el mejor SINGLE MALT es, por tanto, el Ardbeg 10.  El pasado 23 de diciembre de 2021 publiqué en este blog una lista de los mejores whiskies que reseñamos en El Whiskero durante ese año. Tratando de ser justo, sólo me enfoqué a los Single Malts, ya que eran los que componían la mayor parte de las reseñas, pero dejé fuera cosas excelentes como el famosísimo Green Label de Johnnie Walker. Por eso, y teniendo en cuenta que El Whiskero es un “work in progress”, para este 2022 el listado de los mejores whiskies del año se enfocará al mejor de cada categoría que probé, con excepción de los single malts, para los cuales elegí los 5 mejore. Es importante señalar que sólo se toma en cuenta el universo de whiskies reseñados en este blog durante el 2022. También aclaro q

Desde que probé hace años el Einar, me volví fan de Highland Park. Desafortunadamente no he tenido oportunidad de probar tantas expresiones de esta marca como quisiera, pero todas las que he probado hasta ahora me han gustado bastante y todas han sido una experiencia única.  Hoy toca catar la expresión de 12 años, pero no en su última versión, que ahora se llama “Viking Honor”, sino la anterior, con todo y la botella vieja, que dicho sea de paso no es tan bonita como la nueva. Y esto sucede porque tal parece que los inventarios de marcas como esta se mueven muy lentamente en México y esto, para nuestra suerte o desgracia, o ambas, nos permite acceder a productos que ya no se encuentran en otros países.  Esta versión del Highland Park 12 años está añejada principalmente en barricas ex-jerez, aparentemente en un 90%. El otro 10% es en barricas ex-bourbon. Según el empaque, el color es natural, cosa que se refuerza al consultar la página de la marca . Lo que sí es que está filtrado en fr

Hoy toca hablar del Highland Park 16 años Twisted Tattoo que me compré durante un viaje a Londres en 2019. Cuando tengo la oportunidad de viajar a esa ciudad procuro visitar The Whisky Shop de la calle de Piccadilly, donde siempre me han atendido de maravilla, los vendedores son muy amables y normalmente puedes degustar varios whiskies para ayudarte a tomar una decisión informada.  Cuando voy solo no tengo problema del tiempo que paso ahí, pero en esta ocasión me acompañó la familia y sentía una “ligera” presión por parte de esposa e hijos para poder continuar con las visitas del día. Eso no me detuvo y me tomé mi tiempo para probar varios whiskies que se ajustaban al perfil de lo que me gustaba, cosa que debe haberme tomado poco más de una hora... En esa ocasión me decidí por un Glendronach 12 años, que no he reseñado, y este Highland Park.  Mi Twisted Tattoo tuvo que esperar todavía un año más para ser abierto el día del Padre de 2020 y lo he tomado muy ocasionalmente desde entonces,

 La botella de la que te voy a platicar hoy es consecuencia de la labor de venta de una demostradora de una de las tiendas de Duty Free del aeropuerto de Madrid… ¡y vaya que su recomendación fue buena! Pero vamos por partes.  Venía de regreso a México de un viaje de trabajo y mientras esperaba mi vuelo me fui a pasear a por las tiendas del aeropuerto. En una de ellas tenían una nueva serie de whiskies de Highland Park que no conocía. Al estar revisando las diferentes botellas, se me aproximó la vendedora y me comenzó a explicar que era una colección llamada The Warrior Series y que eran exclusivas de tiendas de Duty Free. Tu servidor, que es de los que casi nunca se fija en los promotores cuando le hablan, se limitaba a ver la botella y contestar con “ajás?” y ¿Y este qué tal está? Y cosas por el estilo, sin poner demasiada atención. Después de todo, lo más probable es que no comprara nada. En eso, escuché las palabras mágicas: “¿Queréis probar uno de ellos?” La respuesta evidentemente

¡Feliz 2021! Finalmente se terminó el 2020 y esperamos que este nuevo año sea uno en el que el mundo retome nuevamente su curso.  A continuación encontrarás el primer post de este nuevo año: Cada quien tiene su forma para disfrutar las cosas, así que la respuesta rápida es: tómalo como quieras, con lo que quieras, en lo que quieras. Ahora bien, si quieres conocer mis sugerencias para degustar (y disfrutar) el whisky sigue leyendo… Hace varios años era de los que defendía que el whisky se tomaba con hielo, lo disfrutaba muchísimo de esta manera, sin embargo con el tiempo y probando diferentes estilos de whisky, me di cuenta que esa no es la mejora manera de hacerlo. Digo lo anterior porque después del vino, el whisky es la bebida alcohólica que desarrolla la más diversa cantidad de aromas y sabores, por lo que, si te tomas el vino solo ¿porqué no el whisky? Durante ese periodo en que tuve silente este blog me dediqué a probar la mayor cantidad posible de whiskies, a usar diferentes tipo

Desde siempre he buscado un whisky que me de una relación precio-calidad extraordinaria y hubo un momento en el que estuve a punto de tirar la toalla, pero nunca me dejé “morir en el intento”.  Y en esta búsqueda encontré el Naked Grouse, que, según lo que investigué, nació en 2011 como un blended scotch de la casa Edrington y formaba parte de la gama del Famous Grouse, el whisky más vendido en Escocia desde 1980, pero por cuestiones de marketing, los fabricantes le han querido dar una identidad propia al producto y lo relanzaron como un blended malt en 2017.   La marca presume que en el blend se tienen whiskies de la casa, como Macallan, Highland Park, Glenrothes y Glenturret. Las dos primeras marcas me encantan, la tercera me parece un poco “sin embargo” y que de la cuarta sólo he tenido oportunidad de probarla en una botellita de 50 ml que me trajo mi amiga Gaby de Escocia hace ya varios años y de la cual no me acuerdo mucho… habrá que mover cielo, mar y tierra para poder conseguir

Todos tenemos rituales para todo, desde que nos levantamos, el orden en el que hacemos las cosas y cómo las hacemos y a lo largo del día seguimos con varios rituales diversos de manera casi automática. Cuando me voy a tomar un buen whisky, tengo mis rituales también. Hace varios años tenía uno que era sentarme a escuchar música con la luz apagada y un buen whisky. En ese entonces me lo tomaba en un tumbler, con hielo y se me hacía súper cool. Con el tiempo, ese ritual evolucionó, lo primero en irse fue el hielo, lo segundo fue el estilo de la música, fui pasando del rock clásico, Enya, Mike Oldfield y cosas semejantes, al jazz, tipo Diana Krall o música clásica suave, pero eso no quita que alguno de esos días pasemos por Nightwish o algún “Heavy Classic”, dependiendo del humor. Finalmente, llegó el cambio de vaso al ritual, ahora uso un Glencairn o un Riedel, dependiendo del humor, porque la experiencia con cada uno de ellos es completamente diferente ( checa mi post anterior ). Ya