Un reencuentro muy esperado y un Johnnie Walker Gold Label Reserve
Durante la Semana Santa hice una pausa para descansar y salir de la aburrida rutina en que esta pandemia nos tiene sumergidos. En casa teníamos que salir, hacer algo diferente… y algo arriesgado, por lo que nos fuimos a Acapulco, donde nos reencontramos con algunos amigos que hacía mucho tiempo no veíamos. Huelga decir que no por eso dejamos de cumplir con la etiqueta de estos tiempos: cubre-bocas, sana distancia y vernos en lugares al aire libre. Tal vez el mejor reencuentro fue con mi amigo Adolfo y su familia, a quienes hacía más de un año que no veía. Sí ¡desde antes de la pandemia! Adolfo nos invitó a cenar justo el día que llegamos y nos sorprendió con una carne asada al lado de la playa. No tienes idea el gusto que me dio el reencontrarme con él. Como suele suceder, y al parecer ya es el orden al bat en cualquier comida/cena mexicana, empezamos con unas cervezas ( a mí me tocó una Sam Adams), luego, con la carne, pasamos a un Tannat uruguayo que maridó bastante bien y al final