The Glenlivet Founder's Reserve

 The Glenlivet es una de las marcas pioneras en la categoría de whiskies single malt junto con Glenfiddich y ambas marcas han hecho un buen trabajo en posicionarse también como líderes en ventas de la categoría.

Y como líderes, han podido darse el lujo de experimentar y lanzar expresiones de diferentes tipos que han ampliado su base de consumidores, abarcando desde los que se están iniciando en la categoría o simplemente les gusta tomar un whisky decente sin complicaciones, hasta conocedores y ¿porqué no? Los esnobs que les gusta andar de lucidos por ahí…



Pero bueno, hoy te voy a platicar de The Glenlivet Founder’s Reserve, que no es otra cosa que la expresión de entrada para la gama de la marca. Es un whisky que no declara edad, creado a mediados de los 2010’s cuando se pusieron de moda las expresiones de este tipo y que la marca  pensó que pudiera sustituir al de 12 años en un momento dado, cosa que no sucedió. Está añejado en barricas de roble americano de primer llenado, lo cual significa que su sabor lo va a obtener principalmente de madera nueva, dándole características únicas.

Esta es la segunda botella de Founder’s Reserve que tengo, la primera la compré hace años nada más porque traía un juego de cuatro vasos que me gustaron (y que funcionan bastante bien para catar) y que son el único recuerdo que me quedó de esa botella. La segunda, la recibí como regalo de Navidad en diciembre pasado y la tenía guardada para hacer una reseña en algún un momento de mi vida… y ese momento llegó este fin de semana pasado cuando la abrí en una comida con mi suegro y una de mis cuñadas.

¿Qué te puedo decir de este whisky? Bueno, pues que es un whisky joven, y esto se aprecia cuando al agitar la copa se ve que las lágrimas que se forman bajan rápidamente. Pero el que un whisky sea joven no necesariamente significa que no sea bueno. El color es dorado pálido y seguramente tiene algo de colorante artificial.

Aroma: Fresco, frutal algo a cítricos, aparecen notas de madera nueva, sí, como cuando está recién barnizada, me recuerda al olor de un mueble nuevo. Al final sientes un golpecito de alcohol, pero nada escandaloso ni desagradable.

Me sorprendió el cuerpo al probarlo, si bien es ligero, se siente ese “aceite” que tienen whiskies más añejos y robustos. Es dulce, como caramelo y ligeramente astringente. No tiene gran cosa, pero es agradable de tomar sin ser la gran cosa.

El retrogusto es algo corto y te deja ese amargor característico que he percibido de los whiskies de The Glenlivet.

Ahora bien, estas son mis “notas de cata”, enfocándome al 100% en el producto, pero, la verdad, me queda claro que éste no es un whisky para andar catando. Simplemente no se diseñó para eso. Es un producto diseñado para tomarse sin mayores pretensiones, que sea rico y que se tome fácil.

Y por lo anterior, es que pasé una sobremesa muy agradable con mi suegro el día de ayer. Platicamos de mil temas, discutimos, nos reímos y el Founder’s Reserve fue un complemento que no distraía y sí muy disfrutable.

El precio ronda los $ 900.00 en México. Creo que es un precio justo para un producto como éste. Creo que puede funcionar como regalo para alguien al que le guste el whisky sin complicaciones o para llevar a una comida donde quién-sabe-qué le vayan a echar, pero que tu sabes que te vas a tomar algo decente. 

Como conclusión: es un single malt de entrada bastante tomable y me atrevería a decir que puede ser la opción para quien quiere cambiar del blended scotch al single malt.



Comentarios

Lo más leído en el último mes

Ye Whisky of Ye Monks

Tamnavulin Sherry Cask Edition

Machrie Moor Cask Strength