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Otro Glenfarclas que se me acaba...

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 Hace 7 años escribí en este blog sobre un Glenfarclas 105 Cask Strength del que me enamoré. Tanto me gustó que quise probar otras expresiones de esta marca y tenemos la suerte de encontrar en México al menos el 12 y el 15 años. Y digo “tenemos la suerte”, porque aún cuando México es uno de los principales consumidores de whisky en América Latina y también uno de los principales consumidores de marcas Premium de whisky a nivel mundial, la variedad de marcas es bastante limitada. Encontramos marcas que traen prácticamente su gama completa como Macallan o Glenmorangie, mientras que otras, como Glenfarclas traen apenas dos o tres expresiones. El Glenfarclas del que te hablo hoy fue comprado hace ya unos añitos y está a punto de terminarse. Tuve la mala suerte de que se me rompiera el corcho del tapón el mismísimo día de su apertura. Cuando lo servía, tenía que utiizar un colador para atrapar los pedazos de corcho que salían y nunca se vió muy padre el pedazote de corcho dentro de la bot

Mortlach 12, "The Wee Witchie"

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A finales de noviembre pasado decidí ir a una de las famosas “Noches Palacio”, ya que prometían descuentos atractivos en vinos y licores y como en esa tienda departamental tienen whiskies que luego no encuentras en otros lados, fui a ver qué me encontraba.  A la entrada del área de whiskies fui asediado por al menos tres promotores que me querían endilgar sus marcas y como iba en busca de cosas nuevas. Les dije qué había probado, qué me gustaba, etc.  Después de un rato, uno de ellos me mostró un whisky que no había visto, empacado en una caja muy bonita, con una botella preciosa y una imagen de marca “Premium”… - “ah, caray ¿y este de dónde salió?” le pregunté.  “Es uno de los whiskies que conforman la mezcla del Blue Label” me contestó.  Me dio una breve explicación del proceso de destilación, de los alambiques, de lo único que era, etc. etc. … total que le dije, que me diera una botella. Total, iba para comprar algo nuevo.  Además del empaque, botella y la historia, también me llam

Aberlour A'bunadh, Batch No. 50

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  En otra ocasión ya había mencionado que los recuerdos de algo tienden a magnificarse y como no quiero que eso me pase con este whisky, prefiero dejar mi testimonio antes de que se me termine la botella. Hoy te voy a platicar del Aberlour A’bunadh que es un whisky embotellado tal cual sale de la barrica (en inglés se denomina cask strength) a 59.6 grados de alcohol y se embotella por lotes, en el caso que te platico es el lote Nº 50, que compré ya hace algunos años.  Es importante explicar brevemente qué significa que un whisky se embotelle de esta manera. Normalmente, los fabricantes agregan agua para reducir el contenido alcohólico de sus whiskies, logrando así una estandarización del producto, porque el color, aroma y sabor puede variar de barrica a barrica y de los años de añejamiento de los whiskies que componen un blend. El que un whisky se embotelle tal como sale de la barrica significa que lo encontraremos en su “estado salvaje” (ja,ja!) con todos los sabores y aromas propios

¿Whisky para chupar o para disfrutar?

¡Ja, ja! Antes de empezar tengo que aclarar que el título de este artículo no es albur, para aquellas mentes cochambrosas que puedan llegar a leer este blog... Habiendo aclarado lo anterior, comento: Hace unas semanas vinieron a cenar una amiga de mi mujer y su esposo, que resulta ser también conocido mío, aunque no mucho. Como siempre, la pregunta de rigor: ¿Qué te sirvo? Sin sorpresa escucho que se toma un Bacardí Blanco-Coca. En fin, empieza la plática y quién sabe porqué, acabamos platicando de whisky. Que cuál es bueno,  que cuál no tanto. Tratando de ser lo más polite posible, trato de no caer en la sangronada del Single Malt y soy consecuente con las marcas típicas: que si el Johnnie Walker , que si el Chivas , que si... en fin, le comento que son buenos pero que yo prefiero otra clase de whiskies y me contesta con la pregunta que da título a este artículo. Eso de ponerse a "chupar" nomás para embrutecerse, pues se puede hacer con cualquier cosa ¿No? Digo, hasta

Se acaba, se acaba.... se acabó el whisky! O: la triste historia de un Glenfarclas.

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En diciembre pasado, mi suegro y dos de mis cuñadas hicieron un viaje de esos que estoy esperando hacer en un futuro próximo: Se fueron a Escocia. Resulta que por allá vive un muy buen amigo de mi suegro y lo invitó a su casa a pasarse dos semanitas. Como buen mexicano, no dejé de hacerles un "encarguito": Que me trajeran un buen whisky, de esos que no hay por acá. Me pidieron una lista, la cual traté de hacer lo más clara posible. Sin embargo, y como suele suceder, me trajeron un whisky que no estaba en la lista, sugerencia del amigo de mi suegro. Se trató de un Glenfaclas Cask Strength, igualito al de la foto que acá pongo. El comentario que me hicieron al dármelo fue que su amigo les había dicho que "si me gustaba el whisky, este era el que me tenían que traer". En fin, jamás en mi vida había probado un whisky de este tipo, que nomás trae 60º de alcohol. Esto tal vez sea menos que el famoso ron 151 de Bacardí de cuando era adolescente y el cual tuve la fort