El Whiskero

 Me parece que el mercado mexicano del whisky tiene características muy particulares que hacen que marcas como Macallan o Johnnie Walker tengan en él a uno de sus mercados principales, mientras que otras marcas, tengan una rotación mucho menor o que simplemente se traiga un lote y ya no lo vuelvan a traer jamás. Pasó con Tullamore DEW, pasó con Glendronach y no sé con cuántas marcas más que son de calidad excepcional, pero que simplemente la gente no compra por alguna razón. Esto desafortunadamente hace que se limite el número de marcas disponibles y que sea difícil encontrar cosas nuevas y diferentes, o simplemente resurtir aquellas botellas que nos gustaron. Por lo que mi primer consejo en este post es: si ves una marca rara, no compres una sola botella, compra al menos dos,para que tengas una para guardar en caso que alguna importadora decida no traerla más. Todo este rollo viene al caso porque en el City Market me encontré el Knockando que voy a reseñar el día de hoy, no es caro y

 El whisky de hoy está en mi “casket” desde 2019 y lo compré en Costco como una curiosidad, y sí, resulta curioso que un whisky se termine en barricas que hayan añejado cerveza Indian Pale Ale, de hecho creo que es el primer y único whisky que ha seguido este proceso, pero ya sabemos que los amigos de Glenfiddich históricamente han sido pioneros en su ramo.  El Glenfiddich IPA es el primero de varios experimentos de la destilería, seguido por el XX y el Winter Storm y el Fire & Cane. Espero pronto poner las manos en el XX, que está en los primeros lugares de mi whish list… Pero regresemos al IPA. Como te decía, este es un whisky que no declara edad (NAS), pero que tuvo un terminado de tres meses en barricas que previamente añejaron cerveza del tipo Indian Pale Ale. Está embotellado a 43 grados ABV y viene embotellado en una botella muy cuca color café oscuro. El etiquetado y empaque son color papel kraft, que también le añade encanto a la presentación. Este whisky me lo fui “chiqui

  OK, OK, este post no es sobre una cata regular de whisky… de hecho se trata de cómo realmente tomamos el whisky y de los buenos momentos que pasamos tomándolo… Hoy le tocó al Bushmills Black Bush , que es el whisky de entrada para la gama de esta marca. Es la segunda botella que tomo del mismo… ¡pero eso no importa! El caso es el momento en que lo tomas… y cómo lo tomas. Hoy tocó tomarlo en una comida casual con mi esposa… si por casual entiendes un top sirloin, acompañado por un Ribera del Duero joven, en una tarde sin hijos… Este Bushmills se tomó tanto antes como después de comer, es importante decir. Antes de comer resulta ser muy agradable, frutal, con notas de frutas tropicales y durazno. Funciona muy bien con un queso tipo provolone y, aunque no lo creas, con unas croquetas de jamón serrano. Es importante decir que toda la comida fue aderezada por música de Helene Fischer , cantante alemana popera que no le pide nada a nadie… y por nadie me refiero a ¡¡¡NADIE!! Pero bueno… De

 El bourbon me gusta por varias razones, la primera y más infantil de todas es porque siempre me ha parecido ser la bebida por excelencia de los vaqueros del lejano oeste y tal vez por esa misma razón me gusta tanto la botella de Jim Beam, que se me figura sacada de algún Saloon de Dodge City o Boot Hill.  Pero hay otras razones más maduras que por las que me gusta también:  1. Su color, que siempre es natural y es impartido por el tiempo que pasa el líquido en la barrica. 2. El nivel de alcohol con que se embotella, normalmente a 45 grados ABV, que siempre le da un sabor definido y no necesariamente alcoholizado. 3. El que se usen siempre barricas nuevas y tostadas, lo que también permite que la madera aporte mucho al sabor del producto final. Y bueno, como podrás suponer, hoy le toca reseña a un bourbon que históricamente me ha gustado: El Maker’s Mark, marca que forma parte el grupo de Jim Beam, por cierto, y el cual he mencionado en algunos posts antiguos de este blog. Como

Hace un par de años, al ir a recoger a uno de mis hijos a casa de los abuelos de un amigo, sus papás me invitaron a pasar a tomar una copita mientras los niños terminaban de jugar.  Me ofrecieron un Macallan que nunca había probado y que me gustó en ese momento. Hace un par de meses, caminando por el Costco me topé con ese mismo whisky, el Macallan Quest , que es una expresión de The Macallan que forma parte de la Quest Collection y que originalmente salió únicamente para la venta en Travel Retail. El Quest resulta ser la expresión de entrada a esta colección, siendo seguido por el Lumina, el Terra y  el Enigma.  Sin pensarlo dos veces agregué una botella al carrito, no me atreví a tomar una segunda por el precio: 1,499 MXN (75 USD aproximadamente) que me pareció algo caro, por tener un precio superior a las expresiones de 12 años, Double y Triple Cask. Ahora lo he probado con espíritu crítico y no en un contexto social, como fue la primera vez, estoy en condiciones de platicarte cómo