Glenfiddich IPA

 El whisky de hoy está en mi “casket” desde 2019 y lo compré en Costco como una curiosidad, y sí, resulta curioso que un whisky se termine en barricas que hayan añejado cerveza Indian Pale Ale, de hecho creo que es el primer y único whisky que ha seguido este proceso, pero ya sabemos que los amigos de Glenfiddich históricamente han sido pioneros en su ramo. 

El Glenfiddich IPA es el primero de varios experimentos de la destilería, seguido por el XX y el Winter Storm y el Fire & Cane. Espero pronto poner las manos en el XX, que está en los primeros lugares de mi whish list…

Pero regresemos al IPA. Como te decía, este es un whisky que no declara edad (NAS), pero que tuvo un terminado de tres meses en barricas que previamente añejaron cerveza del tipo Indian Pale Ale. Está embotellado a 43 grados ABV y viene embotellado en una botella muy cuca color café oscuro. El etiquetado y empaque son color papel kraft, que también le añade encanto a la presentación.

Este whisky me lo fui “chiquiteando” durante todo el 2020 y ahora que está a punto de morir la botella, me veo obligado a hacer la reseña.

El color: es dorado oxidado, como de vino blanco viejo. Aunque hay que aclarar que tiene colorante añadido, declarado (en alemán) en la etiqueta trasera y en el tubo de empaque.

En nariz: de entrada es frutal, fresco, con notas de barniz seco. Lo dejé reposar un rato y cuando regresé me dio un golpazo de cítricos, principalmente de lima, esa que en México le llamamos limón. Después aparece algo de paja seca. Los aromas a miel y vainilla ahí están, pero, al menos para mí, no son predominantes. También aparece un ligero aroma a aromatizante de coche, de los florales.

La nota cítrica es impresionante.

En boca no sé si me dejé sugestionar por el empaque, pero de entrada sabe a cerveza… de la fuertecita. Después aparecen sabores más estándar, como la miel, la vainilla y no deja de tener notas cítricas de a montón. Es un whisky que tiende a ser más dulce, aunque todo el tiempo tienes la nota amarguita de la cerveza.

Mi percepción es que es más complejo en nariz que en boca.

El retrogusto es muy interesante, una deliciosa mezcla del dulzor típico de Glenfiddich y el amargor de la cerveza. Después de un minuto se siente la astringencia. El final es largo y cervezoso.

Conclusión:

Es un whisky con un sabor muy peculiar que debe ser probado. Definitivamente no es mi Glenfiddich favorito, sin embargo es una buena adición a cualquier colección, es tema de conversación y la botella se ve padrísima exhibida.

En cuanto a precio me parece algo elevado, ya que actualmente anda por ahí de los $ 2,000 MXN ($ 100 USD), sobre todo porque la botella que tengo, la compré en 2019 y su precio no llegaba a los mil pesos, cosa que en ese momento me pareció bastante razonable. 

Un incremento de precio de más del 100% en un año me hace pensar que alguien se está aprovechando de los bebedores de whisky…