El Whiskero

A principios de esta semana un buen amigo nos invitó a su casa a "tomarnos unos whiskies". Ante tal invitación uno no podía decir que no, verdad? Ja, ja! Pero bueno... la sorpresa fue el encontrarnos con una botella de cerámica y una caja de hace cincuenta años, aproximadamente. Mi amigo tiene guardadas en su casa varias botellas de whisky que heredó, por así decirlo, de su papá que falleció hace unos años. Varias de ellas ya son whiskies echados a perder, como el de abajo. Y pues sí, da mucho coraje ver que algo que promete estar bueno ya no lo esté.... Pero regreso a la botella de cerámica, se trata de un whisky llamado Ye Whisky of Ye Monks, producido en los 70's del siglo pasado. El día de hoy el propietario de la marca es Diageo, pero, por lo que veo en la www.scotchwhisky.com , ya no se produce en botellas de cerámica y está disponible en algunas partes de Latinoamérica y el Medio Oriente, con ventas aproximadas de 50,000 cajas en 2012. La verdad no sé qué tal esté

Una de las cosas que más me molestan de quienes quieren quedar como expertos en whisky es que no pronuncien bien los nombres de ciertas marcas. Unas veces cambian los acentos de lugar, otras nomás lo pronuncian todo mal. Como su servidor, quien escribe, también se ha quemado varias veces con esto, les dejo algunos videos donde se pronuncian correctamente algunas de las marcas más conocidas en México. Ahora bien, si se quieren poner más esotérico o pedir algo más potente que los anteriores, así se pronuncian Lagavulin, Caol Ila, Bruichladdich or Ardbeg: Espero les haya gustado el post. Pronto nos leeremos.

Desde que me acuerdo me ha gustado el whisky, y digo que desde que me acuerdo porque, como muchos otros cuarentones, empezamos a probar bebidas alcohólicas desde antes de los 18 años (que conste, aclaro, que de ninguna manera pretendo promover que los menores consuman alcohol). Sí probé de todo, ron, vodka, tequila, etc. pero siempre hubo una bebida que me gustó más que las demás, fui tachado de mamón, de snob y de muchas otras cosas, sin embargo, en verdad, el whisky, por mucho, me pareció la mejor bebida destilada que pueda existir sobre la faz de la tierra. Recuerdo que en mi adolescencia llevaba mi propia botella de whisky a algunas fiestas, aquel Passport de triste recuerdo que me ayudó a ir identificando nuevos sabores, sí, probablemente inicié mi gusto por esta bebida desde muy abajo, pero me dio las bases para decir qué era bueno y qué era malo. Definitivamente puedo decir que no sucumbí al nefasto ron Bacardí Blanco y que incluso el whisky Passport es una bebida infinitament