Probando el Naked Grouse

Desde siempre he buscado un whisky que me de una relación precio-calidad extraordinaria y hubo un momento en el que estuve a punto de tirar la toalla, pero nunca me dejé “morir en el intento”. 

Y en esta búsqueda encontré el Naked Grouse, que, según lo que investigué, nació en 2011 como un blended scotch de la casa Edrington y formaba parte de la gama del Famous Grouse, el whisky más vendido en Escocia desde 1980, pero por cuestiones de marketing, los fabricantes le han querido dar una identidad propia al producto y lo relanzaron como un blended malt en 2017. 

 La marca presume que en el blend se tienen whiskies de la casa, como Macallan, Highland Park, Glenrothes y Glenturret. Las dos primeras marcas me encantan, la tercera me parece un poco “sin embargo” y que de la cuarta sólo he tenido oportunidad de probarla en una botellita de 50 ml que me trajo mi amiga Gaby de Escocia hace ya varios años y de la cual no me acuerdo mucho… habrá que mover cielo, mar y tierra para poder conseguir una botella de tamaño decente en México o traerme una, una vez que se pueda viajar de nuevo, después de esta #@#∞¬¢ pandemia! 

Después de leer muchos reviews y ver catas en YouTube, decidí probarlo y fue una sorpresa muy grata. Llevo dos meses probándolo, tratando de analizarlo lo más posible. Nada más te digo que ya llevo un poco más de la mitad de la botella.
Almost gone...

Pero ¿qué he encontrado? Te cuento. 

Primero: en la apreciación de este whisky no hay que tomar en cuenta el color, que, aunque muy bonito, no es natural. 

Segundo: si lo sirves en la copa y de inmediato lo olfateas, encontrarás un delicioso aroma a jerez, dulce, algo potente, pero no alcoholizado. La última vez que lo probé, dejé reposar el trago en la copa unos 5 minutos y esto ayudó a que los aromas fueran más sutiles y agradables. 

Tercero: al probarlo te da un golpe de jerez, un verdadero “sherry bomb” que me recuerda a un Macallan Elegancia que probé hace ya muchos años. Definitivamente, si te lo sirvieran a ciegas, podrías pensar que te están dando un Macallan, pero el color delata, porque, repito, tiene colorante artificial y porque sólo los whiskies muy añejos de esa casa tienen un color tan definido. Definitivamente se aprecia que es una mezcla, bastante afortunada, de varios single malts de Speyside, las notas ahumadas o marinas que pudieras encontrar en un Highland Park no están presentes o son demasiado sutiles como para que yo las pudiera detectar. 

Es un whisky muy agradable en boca, dulce, algo especiado que te pica en el centro de la lengua. Aún cuando es un producto aparentemente creado para poder mezclar, considero que lo ideal es tomarlo solo. Agregarle agua o ponerle hielo sólo haría que se aguadara demasiado y perdiera toda la gracia… opinión muy personal. 

Cuarto: El final es muy bueno, para un producto de este nivel de precio, es medio-largo, aunque después de unos 10 minutos todavía puedes sentirlo y eso, al menos a mí, me gusta bastante. 

 Quinto: me encantaría que viniera con un poco más de contenido de alcohol, considero que 40 GL en un producto como éste es un poco bajo ¡Si viniera a 43 o 46 GL creo que estaría aún mejor! 

Como conclusión puedo decir que en relación precio-calidad (el rango de precio se encuentra entre $650-$700 MXN) el Naked Grouse es una excelente opción, tiene una presentación muy bonita y es un trago excelente para después de comer/cenar por el final. Lo que sí, no recomiendo tomar demasiado porque el sabor a jerez puede saturarlo a uno y porque eso de ponerse chachalaco con un buen whisky, ni con ninguna otra bebida alcohólica es padre ni saludable. Definitivamente entra en la categoría de whiskies para disfrutar .   

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