Sobre el Macallan

Bueno, pues para no ser el clásico blog en el que sólo existe un post y ya con eso uno se siente realizado porque ya es "blogero" acá les va un nuevo post....

Para empezar (e inspirarme, según yo), he de decirles que estoy disfrutando un Macallan 12 años Fine Oak. Si bien no es mi Macallan favorito, es bastante bueno como para tomar esos días en los que uno quiere tomarse algo "above average" y este esta "way above average"!!

En fin, ya que hablo del Macallan, les comento que para un servidor, es EL whisky. Desgraciadamente, mi iniciación con esta marca fue desde arriba y de ahí tuve que ir elaborando hacia abajo. Me explico.

Durante 1998 tuve la oportunidad de hacer un viaje solo a algunos países europeos a los que les tenía ganas. Empecé por París, la cual es para mí la ciudad más hermosa del mundo y la neta, posteriormente tomé un curso en Múnich, ciudad de la cual me enamoré y donde bebí cerveza como Dios manda, algunos dirían hasta hartarse, pero yo nunca me harté de ella. Al final de ese viaje, paré en Londres, donde tenía decidido ampliar mis horizontes en el mundo del whisky.

Para un chaval de apenas 29 añitos, mi horizonte en el mundo del whisky se ampliaba hasta el Glenfiddich y el Glenlivet. Nada más. Probé varios whiskies por allá, pero ninguno se me hizo maravilloso y siempre caí en el terreno conocido de los Single Malt que ya conocía.

Fue hasta el final del viaje, cuando ya estaba en el aeropuerto, que me topé con una tienda de esas en las que se te caen los chones. Había una variedad de whiskies impresionante. Entré en la tienda y me atendió un señor ya mayor, preguntándome si me podía ayudar. Neta que los ingleses son irresistiblemente polite! En fin, le dije que quería no sabía nada sobre el tema, pero que quería llevarme el mejor whisky que tuviera, pero que no fuera demasiado caro... El señor me mostró una botella de Macallan 18 años... destilado en 1980.

Para un soltero, sin más preocupaciones en la vida, no me pareció caro el whiskito, claro que si hoy lo encuentras en alguna tienda de la Ciudad de México, una botellita te andará saliendo en unos 2,500 pesitos. Nada caro. Sí güey.

En fin, llegué a México, abrí la botella y sin temor a parecer exagerado, bebí la mejor bebida que pueda haber creado el ser humano en su historia. Así de bueno. Obvio, el contenido de la botella se "evaporó" en unas cuantas semanas, obligándome a pedirle a mi amigo Ramón, que en ese entonces estudiaba en Bristol, que me trajera otra botellita, la cual permanece cerrada hasta hoy en día y que la abriré sólo por alguna de las siguientes causas: Si me dicen que me muero mañana, si me entero que se va a acabar el mundo o bien, si se gradúa de la universidad alguno de mis hijos.

Años después, en el duty free de las Vegas, me topé con una botella de Macallan 12 años, Elegancia, añejado en barricas de roble, las cuales alguna vez añejaron Jerez. A pesar de leer reseñas no tan buenas al respecto, puedo decirles que también es un gran whisky. Con un aroma magnífico, algo dulzón para mi gusto. Al beberlo, quedé fascinado, por lo que me acordaba de aquel 18 años, estaba hasta mejor! Esa botella también se "evaporó". Obvio que tuve que encargar otra, la cual abrí hasta la Navidad del 2010 y vaya que sigue siendo una excelente opción!

Como verás, no me estoy metiendo en si tiene aroma a frutas, es ahumado o cualquier otra cosa, la verdad aquí, es que si te gusta algo lo disfrutes, lo bebas lentamente y te relajes. No más!

Hasta hace poco, empezaron a traer a México el Macallan 12 años, ese que me estoy tomando ahora mismo, como decía. Realmente es una maravilla. Esta botella me la regaló el buen Adolfo, quien creo, ya comparte mi adicción.

Los puristas dirán que te lo tomes sólo, con un chorrito de agua. Yo lleno el vaso de hielos, sirvo el whisky y luego le agrego el mentado chorrito de agua, de esta manera se liberan varios aromas y sabores que hacen de éste whisky en particular, algo muy agradable.

Otro día les platico del Macallan Select Oak, que me regaló Fede y el cual está todavía cerrado, con la promesa de abrirlo sólo con él. Así que qué esperas Fede!