Visitando destilerías 4: The Macallan

Curiosamente, la última destilería que voy a reseñar fue la primera que visité, pero esto no viene de a gratis. Macallan fue la única destilería en la que no pudimos conseguir un tour y esto porque según nos dijeron ahí mismo, tiene tanta demanda que ¡se tiene que hacer la reservación con un año de anticipación!

Sin embargo, aunque no tomes ningún tour, es un lugar que se tiene que visitar si vas a la región de Speyside.

Decidimos hacer la visita el mismo día que corrimos el Dramathon con la inocente ilusión de comer en el Bistró de la destilería, pero al igual que los tours, éste estaba completamente reservado… y próximo a cerrar. 

Pero bueno…

El acceso al centro de visitantes de la destilería tiene una entrada espectacular, justo junto al Hogar Espiritual de la marca: Easter Elchies House, del que te platicaré más adelante.

Ya dentro del edificio, te encuentras a tu derecha con la tienda, al frente con una recepción y a la izquierda con un muro impresionante con botellas de Macallan de todas las épocas y entre las cuales estaba esa botella de 1980 que tengo muy bien guardada en mi colección personal.

Pasamos al bar, al cual se accede por medio de unas escaleras semicirculares que rodean una bodega con más botellas raras de Macallan. Ahí nos atendió Rafael, el barman portugués de la destilería, quien quién sabe cómo, intuyó que hablábamos español… ¡ja, ja! 

De inmediato Rafael nos buscó unos sillones bastante cómodos con vista a los alambiques de la destilería.

Rafael puso mucha atención a cuáles expresiones habíamos probado, cuáles nos habían gustado y cuáles no tanto, además que le contamos sobre nuestra visita a The Macallan Gallery en la CDMX. Con esta información tuvo a bien recomendarnos degustar nuevamente la colección The Edition Series, que cada día es más complicada de conseguir y que no se puede negar que tiene cosas muy buenas.

Hay que decir que como complemento a las sugerencias y a platicarnos sobre cómo es que había llegado a Escocia, también nos platicó sobre varias cosas de la destilería de dominio público, como la cuestión de que sus alambiques son "curiosamente pequeños", pero de todas maneras se agradece esa atención.

La Flowers y yo pasamos un muy buen rato degustando y comparando los whiskies, pero también apreciando el lugar. La destilería de The Macallan es completamente diferente a cualquier otra: una arquitectura moderna y ecológica que en el interior es muy agradable con la estructura de madera expuesta y con una buena vista a la zona de destilación, mientras que en el exterior se integra con el entorno de manera casi magistral.

El bar también tiene una terraza con una vista espectacular del paisaje y donde alcanzas a ver ejemplares de las tradicionales vacas escocesas que tienen en los alrededores de la destilería.

La tienda es realmente promedio, no encontrabas ninguna expresión que pudieras encontrar en cualquier lado. Lo único que llamaba la atención era la colección del 007 recién lanzada. Sin embargo, no podía irme con las manos vacías, por lo que adquirí un par de copitas de jerez y una jarrita para agua bastante cucas.

Saliendo del Visitor Centre, fuimos la Easter Elchies House, que se ve sigue siendo un edificio en funcionamiento, pero al cual no puede acceder cualquier hijo de vecino.

Es una casita muy simpática que el día de nuestra visita era el escenario perfecto para promocionar un par de Bentleys edición The Macallan que tenían estacionados al frente.

Como decía al principio de la reseña: Visitar The Macallan es un must, pero si quieres comer ahí o hacer un tour de la destilería reserva con tiempo… mucho tiempo de anticipación.