Glenallachie 15

La semana pasada publiqué una reseña de la visita que hice a la destilería del “Valle de las Rocas”, Glenallachie, en octubre del año pasado y esta semana toca reseña de una de las expresiones que probé en la destilería de Glenallachie y que fue la que más me llamó la atención fue la de 15 años.

Y aunque no se puede llegar a apreciar todo lo que ofrece este whisky en la copita de 5 cl, que te dan para degustar, me di la suficiente idea de lo que podría esperar una vez comprada la botella.

Pero vamos por partes.


El Glenallachie 15 es la “joya de la corona” de las expresiones que componen su core range y en su página de internet te comentan que Billy Walker trabaja incansablemente en esta expresión con el fin de mejorarla y crear algo especial.

Y es que los preliminares todo suena muy bien: un whisky añejado en una mezcla no definida de barricas de jerez exoloroso y exPedro Ximénez.  Embotellado a 46% ABV, sin filtrado en frío y con color natural. La presentación es de 700 ml.

La botella que tengo fue embotellada el día 31 de julio de 2022, esto viene grabado en la misma botella.

Fecha de embotellado grabada en la botella.


Ahora pasemos a la reseña:

En esta ocasión usé la copita de jerez de Riedel y dejé reposar el whisky en copa durante 15 minutos, aproximadamente.

Vista: Tiene un color muy bonito, muy semejante al de un vino jerez Oloroso ¡Vaya! Después de todo se añejó en parte en barricas de este tipo de vino… ¿Verdad?  Se aprecia bastante aceitoso, las piernas bajan lentamente por la copa.

Nariz: No es tan intensa como con otros Sherry-Bombs, sin embargo de entrada tienes esa nota a vino de jerez, luego aparecen aromas a bodega húmeda… de vino, claro. Chocolate, cáscara de naranja. Chicloso de cajeta. Nueces, dulce envinado. Algo de vainilla y muy al final encontré un ligero aroma a moras cocinadas.

Boca: Es de esos whiskies que te hacen salivar. El primer sorbo te puede dejar algo escaldada la lengua por la especia, pero en sorbos subsecuentes eso se matiza. Es dulce, con notas a miel, cítricos, chocolate. Probablemente pueda parecer un whisky simplón en sabor, pero no lo es.

Final: Medio-largo. Te deja una sensación deliciosa en la boca, con notas a vino, chocolate amargo. Es astringente.

Por disciplina, le voy a agregar algo de agua, un chorrito nomás, pero la verdad creo que no la necesita.

Nariz: cambia notablemente. Ahora aparecen notas a cuero, a nuez, a miel y se vuelve un poco floral y fresco. Después encuentro nuevamente las notas a vino de jerez, pero éstas ya están en un segundo plano.

Boca: Se vuelve mucho más ligero y fácil de tomar. Encuentro notas más genéricas a  nueces, avellanas y frutos secos. La especia se reduce enormemente. Los cítricos siguen ahí.

Final: Se acorta muchísimo y con esto, pierde mucho chiste. Sigue siendo envinado y con una mezcla de dulzor-amargor curiosa.

Creo que después de esto, supondrás cómo me gustó más tomarlo…

Conclusiones

Antes de dar mis conclusiones, te quiero comentar que he visto que este whisky normalmente no es tratado con mucha amabilidad en las reseñas ¿Será tal vez que se espera más de un whisky elaborado por un gurú como Billy Walker? ¿Será esnobismo?

La verdad no sé, pero aquí no estoy para debatir quién tiene más razón que otros. 

Para mí es un whisky extraordinario y te voy a decir porqué:

1. No puedo negar que soy un fan de los sherry bombs, y éste lo es.

2. Me encanta que un whisky te haga salivar, que tenga un sabor súper definido y éste lo tiene.

3. Me encanta que tenga color natural y que no esté filtrado en frío, ya que considero que esto preserva su sabor.

4. El final medio-largo que te comentaba al tomarlo solo, es delicioso. Tomé este Glenallachie durante el 4º cuarto del Super Bowl y  créeme que esa deliciosa sensación en boca siguió por un rato  en el que no quería probar, ni beber nada más, sólo para disfrutarlo.

5. Cuando lo probé en la destilería, face-to-face con otras expresiones, resalta sobre los demás de manera extraordinaria. Con esto confirmo porqué allá lo llaman “la cena”.

En resumen, y esto es mi opinión muy personal: es el whisky como debe de ser.

Definitivamente es un whisky que cae en la categoría "para disfrutar", ya sea solo o acompañado de muy, pero muy buenos amigos. No es algo que puedas ofrecerle a cualquier pelado que caiga en tu casa y diga que le gusta el whisky.

Apenas estamos en febrero y creo que este whisky es un sólido candidato a ser el single malt del 2023 de El Whiskero. Así nomás.






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