Glenfiddich 18, del Driver's Pack de la destilería

La Anécdota

Las reglas de tránsito en Escocia son muy exigentes, más que en el resto del Reino Unido, en lo que a alcohol se refiere. Basta que te tomes un vaso de cerveza para que no pases la prueba de alcohol y eso, siendo turista, puede fastidiarte el viaje, ya que, además de una multa estratosférica, puedes llegar a pasar hasta seis meses en prisión, según vi en una página del gobierno escocés.

Por lo anterior, al rentar el auto, solicité dieran de alta dos conductores, mi esposa (de ahora en adelante La Flowers) y un servidor. Al hacer las reservaciones en las diferentes destilerías pedí se incluyera un Driver’s Pack, consistente en muestras de cada whisky que se degustó durante la visita, ya que sería La Flowers quien manejaría porque no toma whisky.

La gran ventaja de esto es que, regresando a México, tengo la oportunidad de volver a probar todo lo que tomé allá, pero con más calmita.

La degustación en la destilería

El core range de Glenfiddich incluye tres expresiones: el 12 años, el 15 y el 18. Los dos primeros ya han sido reseñados en posts anteriores, de hecho ¡el 15 dos veces! 

Adicional a las expresiones anteriores, el Driver’s Pack también incluye el Grand Cru, que también degustamos durante la visita.



Hoy sólo me voy a enfocar en el 18 años.

El Whisky

El Glenfiddich 18 años está añejado en barricas exbourbon y exjerez Oloroso en una proporción no especificada. Todo el whisky es vaciado grandes toneles de madera (Marrying tuns) donde se mezcla y homogeniza.

Se dice que esta expresión está comprendida por lotes pequeños, pero, tomando en cuenta el volumen de producción de Glenfiddich, puede ser que su concepto de “lote pequeño” sea muy diferente al de destilerías de producción más modesta. Por ahí escuché que un lote de este 18 años puede comprender entre 30,000 y 40,000 botellas, así que small, small, lo que se dice small batch, pues no es. 

Como sucede con toda la gama básica de la marca, está embotellado a 40% ABV, filtrado en frío y con colorante añadido.

Tiene un precio bastante decente para un whisky de 18 años, alrededor de los $ 3,000 MXN ($ 150 USD aproximadamente) y, al menos en México, está disponible en casi todos lados.

La presentación es en botella de 700 ml, aunque lo que te reseño hoy viene en un botellín de 2 cl, por lo que para la reseña tengo que ser extremadamente cuidadoso debido al poco líquido con que cuento, vaya, no llega ni a la onza. Qué tacaños se vieron, en verdad…

La Reseña

Ver nivel en copa. Sí se vieron tacañones...


Como de costumbre, lo dejé reposar durante 18 minutos en copa.

Vista: Del color no digo nada, porque no es natural, sin embargo lo veo algo aceitoso.

Nariz: Fruta, mucha fruta. Manzana, pera. No es fruta fresca, más bien cocinada. Luego aparece una nota a chocolate, melón y otras notas dulces. Al final algo de madera, una ligera nota de tierra mojada, hierba y algo de agua fresca de río. Es un whisky que podría estar oliendo por horas.

Boca: Predominan las notas dulces a miel y algo de vainilla. Ligera nota cítrica y chocolate amargo.

Final: Rico, pero cortísimo para ser un 18 años, con algo de cítricos y chocolate.

Por la cantidad de líquido con que contaba tu servidor, fue imposible probarlo con agua.

Conclusiones:

Es un whisky que es una delicia tomar, pero lo más relevante es su nariz, el final me decepcionó mucho.

No cabe duda que los amigos de Glenfiddich saben diseñar sus productos, que son siempre fáciles de tomar, pero con su complejidad. Pocas son las expresiones diseñadas para un público más exigente.

Con todo y todo, me quedo con el 15 años, que sigue siendo mi gallo del core range de la marca.





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