Cardhu 12 años

Según recuerdo, Cardhu fue una de las primeras marcas de single malt en llegar a México junto con Glenfiddich y Glenlivet. Por cuestiones diversas (y por el marketing, tal vez) me fui con las dos últimas y conforme fueron llegando nuevas marcas a nuestro país, fui olvidándome poco a poco del Cardhu.

Pero el otro día mi amigo Mauricio me la recordó en un comentario que puso en Facebook.

Entonces pues, vamos a reseñar el whisky Cardhu 12 años, que está disponible prácticamente en todos lados y que tiene un precio bastante competitivo con otros whiskies de su categoría y que es de aproximadamente $ 1,000 MXN ($ 50 USD).

Cardhu es un whisky de una sola malta de la región de Speyside, madurado en barricas de roble americano ex-bourbon, embotellado a 40 grados ABV.  De 1982 a 2004 Diageo tuvo la “brillante” idea de convertirlo en un “Cardhu Pure Highland Malt Scotch Whisky” y como les funcionó taaaan bien, lo regresaron a lo que es: un Single Malt Whisky. La marca y la destilería son propiedad de Diageo y es uno de los tantos whiskies que componen la mezcla de Johnnie Walker. Viene en una botella con un diseño único bastante bonita.

Pero veamos ahora qué tal…

Normalmente dejo que el whisky repose en la copa un minuto por cada año declarado o bien 10 minutos si no declara edad, pero en este caso, lo he dejado 15 minutos… nada más porque sí.   ;)

Cardhu tiene color añadido, por lo que no me detendré mucho en esto, lo que sí es que se aprecia algo viscoso, cosa que me gusta.

Antes de pasar a la nariz es importante decir que se aprecia su aroma a algunos centímetros de distancia. 

En nariz lo primero que me llega son aromas dulces y afrutados muy agradables. Miel, algo de caramelo, piña… bastante fruta.

En boca lo primero que percibo es madera joven, especias en el centro de la lengua, después llegan los sabores dulces, afrutados, algo de avellanas. No es un whisky espeso, pero tiene una buena consistencia.

El final es cortísimo y persisten ahí las avellanas.

No sé si agregar agua, así me parece un whisky bastante decente. Pero veamos qué pasa con unas cinco gotitas de agua, no me atrevo a ponerle más.

En nariz se acentúa la miel, la fruta, aunque también el alcohol, pero no es desagradable. La sensación al probarlo es semejante a la de probarlo solo. Primero la madera, aunque ahora se aprecia tal vez un poco de barniz, después aparece la miel, la fruta. El final se amarga un poco y sigue siendo corto.

Es un whisky rico y bastante agradable que tiene lo suyo. Si lo pruebas frente a frente con un Glenfiddich 12 o un Glenlivet 12 apreciarás diferencias notables, pero no deja de ser un típico whisky de Speyside y en lo personal me gusta más el Glenfiddich.

Definitivamente es un whisky fácil de tomar, pero solo. El ponerle agua o hielo hace que pierda todo el chiste, porque lo hace un whisky muy genérico, pero cada quien lo toma como mejor le plazca, eso sí. Lo que no me gustó fue el final tan corto.

¿Lo compraría de nuevo? Probablemente sí.