Benriach 10 ¡un whisky muuy amable!

 El whisky de hoy lo probé hace ya un par de años y recuerdo que me gustó, pero como ya he mencionado en otra ocasión, los gustos pueden variar con el tiempo, así que veremos...

Se trata de un Benriach 10 años y es importante señalar que la versión de la que te voy a platicar es la que está disponible en México, que es una edición anterior por lo que su empaque y etiqueta no corresponden a las que aparecen en la página oficial de la marca, ya que le dieron un refresh a su imagen.


Tal pareciera que en nuestro país se mueven muy lentamente ciertas marcas, no sé si sea porque el mercado mexicano es muy costumbrista o conformista. Digo esto porque hay marcas que tienen una rotación extraordinaria, pero cuando llegan marcas como The Benriach, The Glendronach y parecidos, se quedan en anaqueles por bastante tiempo y una vez acabado el stock, no las vuelven a traer o tardan mucho, incluso años, en resurtir, lo cual es una verdadera lástima.

Es importante decir que tanto The Benriach, The Glendronach y Glenglassaugh forman parte de Brown-Forman y que todas gozan de una buena reputación en otras partes del planeta, siendo tal vez The Glendronach la joya de la corona de este trío, pero esto es muy debatible.

Ahora bien, este Benrich 10 años viene embotellado a 43 grados ABV, tiene color natural y aunque no se declara en el empaque, ni en la botella, ni en la página web de la marca, parece que no está filtrado en frío. Todos puntos a favor para este whisky.


Ahora, vamos a ver qué tal está.

A la vista es color dorado, bonito, sí, extraordinario, no.

En nariz: Lo primero que llega es un olor a miel, después aparecen aromas más cítricos y frescos. Al final encontré una muy leve nota a vainilla.

Al probarlo es dulce, sabor a miel y aparece un poco más la vainilla. Hay un ligero sabor a tostado. Es un whisky ligero.

El retrogusto es muy agradable, el dulce persiste y se nota ligeramente especiado.

Así, probado tal cual es un whisky que me gusta mucho. Es muy fácil de tomar y tiene un buen final. 

Por disciplina, le puse unas gotas de agua fría y bueno ¡el aroma se torna delicioso! Huele a dulce de mantequilla, con un toque de miel. Al probarlo mantienen las notas de miel, la vainilla baja mucho de intensidad y se aprecia algo de especias, pero muy leve. Al final se sienten las especias con más intensidad y, aún cuando se redujo con un poco de agua, se nota el alcohol un poco.

Como conclusión: Es un excelente whisky de entrada para quien quiera iniciarse en el mundo de los single malt y una bebida para tomar sin muchas preocupaciones, ni espíritu crítico para quienes ya tienen un poco más de experiencia. 

Es un whisky muy fácil de tomar y me atrevería a ponerlo al nivel del Glenfiddich 12, de hecho se encuentra en el mismo rango de precio, lo que sí es que no está tan disponible en México y hay que buscar un poco para encontrarlo.





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