Bell's: Un buen whisky de batalla.
Este post está dedicado a mi queridísimo amigo “el Tío” José Luis, ya que me pidió reseñara un whisky para todo el mundo, sin meterme en las excentricidades que algunas veces tienen los single malts.
Hoy te voy a hablar de Bell’s, un blended scotch whisky. Es una marca viejísima que en sus tiempos se echaba un quién vive con los de Chivas Brothers, Buchanan’s y Johnnie Walker. Este whisky se precia de ser el más vendido en el Reino Unido.
Como este blog se centra en la experiencia y no en echar rollo sobre la marca, te platico cómo llegué a él.
Hace varios años me topé en YouTube con un anuncio de esta marca que me pareció muy bueno, de esos emotivos, que de verdad me llegó y dije “tengo que probar ese whisky algún día”. Corría el año de 2014 y en ese entonces Bell’s todavía no llegaba a México. A continuación encontrarás el anuncio:
Se ve claramente que no es un whisky Premium, pero suena, al menos por su publicidad, como algo que vale la pena.
Con los años me olvidé de la marca, hasta que el otro día viendo un video de Ralfy.com vi que lo mencionaba como un whisky lo suficientemente bueno como para poder apreciar las diferencias entre un blend y un single malt. Y me dije “cuando lo vea, si es que alguna vez lo traen a México, haré el experimento”.
La cosa es que el otro día buscando vinos en La Comer me topo con la marca. El sommelier de esa tienda, que conoce bastante de whisky me preguntó que cómo para qué lo quería y le mencioné el video que había visto. Medio mamerto me dice que hay otras marcas mejores como para hacer el experimento, pero yo creo que la verdad me quería vender algo más caro. Yo me esperaba un whisky de 300 pesos aproximadamente, pero para mi sorpresa ¡cuesta 130!
Te tengo que decir que el famoso experimento comparativo no se ha dado, pero que ya casi me termino la botella, como podrás apreciar en la foto.
¿Y qué tal está? Pues mira, es un whisky extremadamente ligero, acuoso, me atrevería a decir, y se bebe bien fácil. El alcohol es lo primero que te pega en la nariz, pero no es escandaloso, su aroma es floral, ligero, sin mucho chiste. Al probarlo, es dulce, con algo de especias, poco, y es agradable. No tiene un sabor muy definido. Final no tiene.
Cuando le agregas un chorrito agua la cosa cambia muchísimo, le ayuda, el alcohol se va y se aprecia la frescura floral del whisky y un dejo de humo, muy poco, pero ahí está. En boca también se vuelve muy agradable. Tiene una característica interesante, pero viene una vez que ya terminaste tu copa y la dejas vacía por un rato. Al olerla, percibirás un aroma a ceniza fría.
El otro día lo quise comparar con un Johnnie Walker Red Label y para mi sorpresa, cuando los pones cara a cara ¡el JW no tiene nada que hacer junto al Bell’s!
Definitivamente es un whisky de batalla, de esos a los que le puedes agregar lo que se te de la gana y lo vas a disfrutar. Habrá quienes te digan que es intomable solo, pero pienso diferente, yo creo que aguanta, pero es mejor, mucho mejor, con un chorrito de agua simple.
Para su rango de precio es una buena opción y es lo que es: un buen whisky básico.
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