Una delicia encontrada en el Royal Mile.
Existen muchas tiendas de whisky a lo largo de la Royal Mile de Edimburgo y, aunque todas tienen una oferta semejante, cada una tiene whiskies exclusivos de la tienda… y eso sí, todos a precio de turista, o sea: caros.
Hay una tienda algo diferente, no muy lejos del Palacio de Holyrood, que llama la atención por su fachada color verde y una imagen que podría asemejar cualquier negocio de Diagon Alley y que nos llamó la atención a mi esposa y a mí.
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Se trata de la sucursal de Cadenhead’s, el embotellador independiente más antiguo de Escocia. La empresa fundada en Aberdeen en 1842 es ahora propiedad de la destilería Springbank, por lo que sus oficinas centrales se encuentran hoy en día en Campbelltown.
Al ver los aparadores de la tienda, la primera impresión es que está algo descuidada, se ve una gran variedad de botellas con etiquetas algo anticuadas y que pareciera que llevan siglos en exhibición. Al entrar, ves una tienda desordenada, con muebles viejos ¡y productos carísimos!
Ya viendo más a detalle, te das cuenta que no venden cualquier cosa. Definitivamente no están enfocados en vender turisterías, ya que hablamos de whiskies embotellados a cask strength de barricas seleccionadas de diversas destilerías escocesas, así como de destilerías de ron caribeño.
Justo al lado de la mesa que hace las funciones de caja, se ven tres vitroleros, semejantes a esos que se usan para contener las aguas frescas en México, cada uno con un contenido algo mejor que el agua de Jamaica…
Cada vitrolero tiene una etiqueta: Rum, Sherry, Peated.
Le pregunto al dependiente de la tienda, un cuate elegantemente vestido, con traje azul a cuadros y uñas pintadas haciendo juego con el atuendo, de qué se tratan esos envases. Me comenta que son las ediciones exclusivas de esa tienda y que se embotellan ahí mismo.
¿Puedo probar?
¡Por supuesto! ¿De cual quiere usted?
Pues de todo, si no es molestia…
Y que el hombre me sirve una muestra de cada uno en un vasito de plástico semejante a los que usan las demostradoras en el súper. En este lugar no hay nada de pretensiones, el producto habla por sí mismo…
Tratando de averiguar más sobre la destilerías de procedencia, me doy cuenta que no hay manera de sacarle al dependiente esa información. Simplemente no te lo va a decir nunca.
Después de probar… y de gustarme lo que pruebo, decido comprar dos medias botellas: una del sherry y otra del peated, ambos blended malts.
Ya de regreso en México, no me pude resistir a abrir la botella del sherry y, después de quince días de probarlo y dejarlo respirar, creo que estoy en posición de platicarte cómo está.
Las primeras veces que lo probé, usé el vaso Glencairn, pero creo que este whisky se va a apreciar de mejor manera con la copita de jerez.
Este Cadenhead viene embotellado tiene 54.4% ABV, con color natural, sin friltrar en frío y la presentación es de 35 cl.
Ahora mis impresiones:
Al ser un NAS, lo dejé reposar en copa unos 15 minutos para no errarle.
Vista: tiene un color natural rojo moscatel muy bonito. Es aceitoso, las lágrimas bajan muy lentamente por la copa.
Nariz: El jerez domina, frutos del bosque secos, miel de maple, algo de avellanas, tierra mojada y madera. Aunque me aproximo la copa a la nariz con precaución no pica, pese al alto nivel de alcohol.
Boca: Aceitoso, espeso, “mouth watering”, astringente. Tiene un sabor súper concentrado a jerez, miel, muy especiado, la lengua queda casi escaldada.
Final: Largo, astringente, a dulce envinado, con algo de esa miel de maple que se detecta en nariz y algo de madera… delicioso.
Este whisky exige que le agregues agua, un par de chorritos de la pipeta…
Nariz: El aroma a jerez sigue predominando, pero se suaviza. Se vuelve más fresco, como suele suceder. Las notas a maple se acentúan y aparece algo dulce de leche y cereal. Las notas afrutadas disminuyen bastante, pero ahí siguen.
Boca: Se torna un poco más ligero, pero aún así sigue siendo un whisky robusto. No hay duda: esto es un sherry bomb, el jerez es el sabor predominante, frutos secos, miel, avellanas y aparece algo de chocolate. Las especias se aligeran muchísimo, haciéndolo más amigable. La boca se siente como si estuviera cubierta de algo aceitoso. Al final aparecen unas ligeras notas amargas.
Final: Se acorta un poco, pero sigue siendo largo. Se mantiene la mayoría de las notas.
La principal conclusión es que este whisky es una auténtica delicia, no hay más. Un auténtico Sherry Bomb que hay que tomar con cuidado, como todos los cask strength.
Es un whisky que se presta a experimentar. La explosión de sabor al tomarlo solo es deliciosa, pero esas especias y la cantidad de alcohol pueden afectar el disfrute, por lo que se le tiene que agregar agua poco a poco hasta llegar al nivel en el que te sientas a gusto para tomarlo.
Cadenhead no sólo tiene tiendas en Edimburgo y Campbelltown, también tiene una en Londres y en otros países europeos como Alemania, Dinamarca, Austria, Suiza e Italia, así que si tienes oportunidad de viajar a alguno de esos lugares, no dejes de buscar sus tiendas.
Por cierto... ¡pronto habrá reseña del peated que compré en esa misma tienda!
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