Bunnahabhain 12
La anécdota
Hace más de veinte años me compré un par de libritos que encontré a un precio de risa en Sanborn’s (una tienda que vende de todo y nada en México). Uno de ellos era sobre Oporto y el otro sobre los mejores single malts.
Este último librito fue el de cabecera durante varios años y me permitió conocer muchas marcas y estilos que no conocía. Además de eso, también te señalaba qué whiskies servían mejor para antes o después de comer.
Una de las marcas que no conocía y de las que más me llamó la atención fue Bunnahabhain, no sólo por la complicada ortografía y pronunciación (aquí puedes checar cómo se pronuncia), sino por el logo del mismo que incluía, y todavía incluye, un marino navegando y viendo al horizonte.
Desafortunadamente, es Bunnahabhain es una marca que nunca se ha conseguido en México, o que tal vez no ha llegado en cantidades importantes… no sé.
Por eso es que cuando me topé con el “full range” de la marca en la tienda del Whisky Experience de Edimburgo, no dudé en comprarme una. Hubiera querido traer varias, pero finalmente había demasiadas cosas nuevas y la maldita franquicia de importación no me permitía traer más que cierto número de litros de destilado. Creo que ya en otro post me había referido a esto… pero en fin.
Es importante señalar que cuando pregunté al vendedor que me asignaron qué expresión sería la mejor para comprar como neófito de la marca, sin dudarlo se refirió al 12 años, que es la expresión más barata de toda la gama de Bunnahabhain.
“Si prueba otras expresiones, puede que no le guste esta marca” – me dijo.
Y pues le hice caso.
El whisky
Bunnahabhain es el único whisky de Islay que no es ahumado. Su nombre quiere decir “Boca del Río”, aludiendo al río Margadale que desemboca en el mar no lejos de la destilería.
La expresión de 12 años que te reseño hoy se presenta en una botella negra muy bonita de 70cl, que viene empacada en un tubo de cartón bastante bonito también.
Está embotellado a 46.3% ABV, no está filtrada en filtro y tiene color natural. Muy probablemente está añejado en barricas exjerez.
La cata
El vaso usado es la copita de Riedel y se dejó reposar durante 15 minutos aproximadamente.
Vista: Tiene un color dorado rojizo quemado semejante al de un jerez Oloroso. Lo veo aceitoso, las lágrimas bajan lentamente por las paredes de mi copita.
Nariz: ¡Definitivamente está añejado en barricas exjerez! Es fresco. Ligeramente dulce. Algunas notas cítricas y a chocolate. Hay algo de nueces, notas ligeras a frutos del bosque y vainilla. También se percibe algo de madera. Al final aparece una ligerísima nota marina.
Boca: Notas típicas de un whisky añejado en barricas de jerez: nueces, frutos secos, miel, vainilla. Muy presente la nota a dulce envinado. Por ahí hay una nota a especias. Es algo astringente.
Final: medio largo, entre dulce y amargo, aunque gana el dulzor. Se queda algo de ese dulce envinado y nueces… esas nueces que perduran por un buen rato.
¿Necesita agua? ¡No! Así como viene es una delicia, pero pongámosle agua por disciplina.
Realmente necesita sólo unas gotas. 5 para ser exacto.
Nariz: Se vuelve más fresco, como siempre sucede. Se aplaca un poco la nota a vino de jerez y aparece una nota a cuero y tierra mojada, hierba. Me aparece una nota semejante a la de verdura ¿Será el famoso umami que no conozco? Quién sabe. Ahí está la nota a vainilla. La nota cítrica se define y es claramente de limón. Aparece una nota a polvo.
Boca: Se agüada y se vuelve más dulce, notas a dulce de leche, miel y nueces. La nota especiada disminuye notablemente y también la astringencia.
Final: Curiosamente se hace más especiado y se acorta ligeramente.
Conclusiones
Es un whiskazo, una delicia en verdad que, en mi opinión, se debe tomar solo y ya. Nada de agregarle agua.
Es un whisky de Islay diferente a los demás al no ser ahumado, pudieras confundirlo con algún whisky de Speyside, pero si te fijas bien al tomarlo tiene lo suyo.
Ojalá y a alguien se le prenda el foco y decida importarlo a México.
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