Valdespino... desde la Madre Patria

La Anécdota

Como podrás haber notado en este blog, me dedico a probar casi cuanto whisky encuentro en el mercado.

Hace unos años encontré un whisky español de la marca DYC (Destilados y Crianzas) que se produce en Segovia y me gustó, aunque no era una maravilla. Como es costumbre en el mercado mexicano, esa marca desapareció de los anaqueles una vez que se les terminó el lote que importaron.

Como siempre, mi estimado, si vives en México y encuentras algún whisky “exótico” que te llame la atención, cómpralo, porque seguro en unas semanas desaparecerá por completo.

Por esto que te comento, el otro día vi el whisky que hoy reseño. Me llamó la atención y me lo compré, eso sí, pagando el precio, que me pareció caro, unos $ 2,000 MXN (algo así como unos $ 100 USD o € 100), sobre todo comparándolo con lo que te costaría en España, que son unos € 65. 

Sí, se mandaron con el precio acá en México… y mucho.

El Whisky

Valdespino es producido por la casa José Estevez, que tiene un portafolio inmenso de vinos de jerez y además no sólo produce whisky, también ron, ginebra y brandy.

Pudiéramos decir que éste Malt Whisky es un blended malt, ya que contiene una mezcla no definida de whiskies de malta escoceses y españoles. De los primero no te dicen de dónde vienen, ni la región, ni la destilería.

Lo que sí te dicen es que son whiskies con un añejamiento medio de 15 años en Botas que anteriormente contuvieron vinos de jerez Palo Cortado y Oloroso. Esto suena muy bien, sobre todo porque no te hablan de barricas reconstruidas o aderezadas con vino, sino del “real thing”.

Viene presentado en una caja de cartón grueso muy bonita y una botella preciosa de 700 ml. Está embotellado a 43.5% ABV (¡llama la atención la exactitud!) y aparentemente tiene color natural y no está filtrado en frío.

En la etiqueta se menciona que se trata de un “Limited Single Cask Batch” y esta es la botella número 89 del lote, pero no te dice de cuántas.

Promete… y promete mucho, pero vamos a ver.

La cata

Al ser un whisky añejado completamente en barricas exjerez y de una empresa que se dedica a producir este tipo de vinos, no me queda otra más que usar la copita de jerez de Riedel. Dejé reposar el whisky en copa durante 15 minutos.

Vista: Tiene un bonito color dorado oscuro, semejante al de un jerez amontillado. Las lágrimas bajan lentamente por las paredes de la copa.

Nariz: Te lo tienes que aproximar con cuidado, pica un poco la nariz. De entrada encuentras vino de Jerez, detectando claramente el oloroso y aparecen otras notas vinosas-jerezosas, pero no las logro identificar. Es una nariz fresca, con algunas notas a frutos secos, madera, cuero y un toquecito a cereal. Hay una notilla cítrica.

Boca: Nuevamente el jerez, dulce, especiado. Hay frutos secos, pimienta, algo de vainilla y fruta que no alcanzo a detectar. Por momentos siento que estuviera tomando un jerez con alto contenido alcohólico.

Final: Medio-largo. Vinoso, con una deliciosa mezcla de dulzor, amargor y algo de astringencia.

Vamos con un chorrito de agua, lo necesita.

Nariz: Ya no pica la nariz y eso es bueno. Se aplaca el jerez y resaltan más esas notas a madera y cuero. Aparece una nota a bodega que me encanta y también una nota a cereza. Tiene una nota curiosa semejante a lo que huele un papel bond.

Boca: Mucho más suave y accesible. Dulce, jerez, ciruela pasa, frutos secos y el especiado casi desaparece.

Final: Sigue siendo medio-largo, pero es más dulce, con frutos secos y fruta.

Conclusiones

Si has leído este blog, te habrás dado cuenta que soy fan de los whiskies ajerezados o sherry bombs, así que huelga decir que este Valdespino me gustó mucho. Bueno, no ¡me encantó!

Es un whiskazo, no hay más.

Es un whisky muy bien hecho, con una complejidad media y que necesita ser domado con agua a pesar de no tener un contenido alcohólico tan alto.

Tomado solo es muy rico, pero con agua es mejor, por lo que lo recomiendo tomar de esta última manera.

Definitivamente es un whisky para tomar después de comer y con alguien que sepa apreciar un buen whisky y tomarlo sin prisas. Es algo que se disfruta enormemente.

¿Lo volvería a comprar? Definitivamente, aunque prefiero encargarlo a alguien que viaje a España, porque acá en México está carísimo.

Mientras tanto, me lo voy a “chiquitear” como diríamos acá en México.