Lanzamiento de Orion.... nada que ver con el whisky, pero se los quiero contar...

Ya pasadas las fiestas y terminada la Maratón Guadalupe-Reyes, regresamos acá a postear.

El final de año fue, como suele suceder, bastante ajetreado. Entre otras cosas, les comento que a principios de diciembre fui seleccionado por la NASA para cubrir el lanzamiento de su nueva nave espacial, evento el cual cubrí en mis perfiles de Twitter y de Google+.

En mis próximos posts te platicaré sobre mis descubrimientos decembrinos, entre los que se encuentran un buen whisky irlandés, un "moonshine" y un extraordinario Canadian Club 12 años, embotellado en los 70's.

Pero sí me gustaría platicar de la experiencia vivida en la NASA, si me lo permites.

Todo comienza en el mes de Octubre, cuando veo publicada la invitación para asistir al lanzamiento de Orion, la nueva nave de la NASA y en la que se espera regresar a la Luna, enviar una misión tripulada as Marte y otras más allá.... o como diría Buzz Lightyear: To the infinity... and beyond!

Al leer esa invitación, di click inmediatamente en la liga para registrarse. Dije, "pus... total, chicle y pega..." ¡Cuál fue mi sorpresa cuando una semana después recibo una contestación de la mismísima área de Social Media de la NASA informándome que fui pre-seleccionado!

En fin, transcurrieron un par de semanas enviando información y recibiendo mensajes de que iba avanzando el proceso, pero sin ninguna confirmación de si sí iba o no. Hasta una tía mía me dijo que eso era un fraude...

Una semana antes del lanzamiento, recibí la confirmación de la NASAy entonces, a correr para poder sacar los boletos de avión, reservar hotel y demás.
Orion sobre el cohete Delta el día previo al lanzamiento

En verdad que estos cuates tienen muy bien montado el teatro. Han logrado formar un equipo muy bueno de Social Media. Previo al lanzamiento asistes a pláticas con gente clave en el proyecto, vaya, hasta estuvo presente el administrador de la NASA, te llevan a conocer zonas donde no cualquiera puede entrar. Todas, pero todas las personas que nos guiaron por las instalaciones eran empleados, o jubilados de la NASA... nada de manitos de esos que se aprenden cual merolico su speech y que tristemente abundan en nuestro país.

¿Y a dónde nos llevaron? Bueno, pues al edificio donde arman los cohetes de propulsión. El mismo lugar donde hacían los del transbordador espacial. Nos recibieron los ingenieros que trabajaban ahí y estuvieron al pendiente de todas nuestras preguntas. Realmente muy amables.

También nos llevaron al Neil Armstrong Operations and Checkout Building, que es donde arman completamente la cápsula Orion. No nos permitieron ingresar a este edificio con cámaras ni teléfonos, aunque no estuvieran fabricando nada ahí en ese momento, sin embargo es espectacular ver la línea de producción de la cápsula, la cual se arma prácticamente a mano. En este lugar tuve la suerte de que un ingeniero de ahí me explicara casi personalmente cada una de las etapas de producción y varios detalles del proceso. Te aburriría si tratara de escribir sobre todo esto.

En este punto quiero decir que es tal el bombardeo de información, que realmente es imposible recordar todo!

Al final del día nos llevaron a varias conferencias de prensa con el Administrador de la NASA, con los miembros del equipo que desarrollo Orion y con algunos astronautas que están trabajando en el proyecto.

Terminamos temprano, porque al día siguiente era el lanzamiento y nos habían citado a las 4:30 AM en un punto de reunión para llevarnos al lugar desde donde lo veríamos.

A la mañana siguiente todos estábamos en el lugar indicado exactamente a la hora que nos habían citado. El autobús que nos llevaría llegó a eso de las 5:30 y nos fuimos. 

Toda la prensa, medios de comunicación y demás estaban ahí, al borde de un lago inmenso desde donde se ve, a la izquierda, el Kennedy Space Center y a la derecha, todas las plataformas de lanzamiento. La vista del cohete, iluminado completamente y el cielo del amanecer eran espectaculares. Todo aderezado con comentarios del centro de control y voces inteligibles que se escuchaban por radio, que no sé porqué, pero crean un encanto especial, al menos para mí.

El ambiente era como el previo a un concierto de rock, mucha ansiedad por ver el lanzamiento de un cohete, para muchos, como yo, tal vez la única oportunidad en la vida de ver algo así.

Helicópteros de la NASA sobre-volaban la plataforma de lanzamiento, el cielo clareaba y en las bocinas se escuchaban las voces por radio  checando todos y cada uno de los sistemas del cohete. También, como para recordarnos que estábamos dentro de una base militar, pasó un Blackhawk a una altura suficiente para que viéramos a sus tripulantes debidamente pertrechados para hacer frente a cualquier contingencia terrorista... parte del show.
Amanecer en Cabo Cañaveral

Orion ready to launch



Se iniciaron dos veces los conteos en T-20 minutos y fueron abortados por "weather violations", o lo que es lo mismo, hacía más viento del que esperaban y querían un lanzamiento perfecto. Según informaban por altavoz, se tenía como ventana para el despegue hasta las 9 de la mañana.

Se volvieron a checar toooodos los sistemas del cohete. A cada Go que se decía, la gente aplaudía y se ponía más nerviosa ¡¡Todo parecía que ya se nos iba a hacer!!

Entonces al preguntarle al encargado del combustible de uno de los cohetes, dice "no go"... silencio.

En ese momento, un cuate que estaba junto a mí, de Tennessee, me dijo: "Esto no despega hoy" y así fue.

Para que se nos curara la desilusión, nos llevaron al Vehicle Assembly Building (VAB), que es donde se han montado todos los cohetes desde el Apollo. Es en verdad un edificio impresionante, tanto en dimensiones como en lo que representa. Imagínate un lugar donde montaron el cohete que llevó al hombre a la Luna, donde se montaron todos los transbordadores espaciales! Además de ser una magna obra de ingeniería, sin exagerar. 

Interior del VAB

Mientras tanto, nos llegó a todos un correo donde se nos informaba que se intentaría lanzar el cohete al día siguiente. Había que confirmar la asistencia. Por supuesto que la confirmé de inmediato!

Al día siguiente nuevamente, misma hora de reunión, en el mismo lugar, en el mismo autobús, pero éramos mucha menos gente, por obvias razones! No todo mundo había pedido vacaciones como su servidor.

El ambiente era más apagado este segundo día, sin embargo, al estar con gente que comparte tus gustos, no necesitas más, todos nos echábamos porras, todos éramos cuates, hasta me prestaron un Google Glass para poder probarlo y darme cuenta que, aunque una chingonería, no es tanto la neta para un usuario común y corriente.

Bueno, en fin, se inició nuevamente el chequeo de sistemas y cuando el Control de la Misión dijo: "All systems Go! Orion, you've got permission to launch", haz de cuenta que se nos había aparecido el mismísimo Papa en persona, aplausos, gritos de emoción, chiflidos y demás, un momento por demás emocionante.


Se inició la cuenta regresiva. Antes de finalizar el conteo el cohete se envolvió en una bola de fuego y de entre ella salió, lentamente, aparentemente, al romper la fuerza de gravedad, pero a una velocidad suficiente como para desaparecer entre las nubes en menos de un minuto.


Me han preguntado varias personas cómo suena un cohete al despegar y la respuesta es que no como en las películas. Es un ruido sordo, pero no grave, tampoco es un estruendo, bueno, porque no estábamos taaan cerca, pero es un ruido que a los que nos gusta esto, es maravilloso.

130 asistentes, sólo 8 extranjeros, de los cuales sólo dos mexicanos.

Como con todo, después de tres días intensos, el evento principal sólo duró unos segundos, pero valió la pena todo el proceso para poder llegar hasta allá.

Si llegaste leyendo hasta acá, te agradezco infinitamente haber aguantado mi rollo. 

¡Pronto llegarán más artículos de Whisky!








Comentarios

Lo más leído en el último mes

Ye Whisky of Ye Monks

A Night on Earth - Jerez

Un reencuentro muy esperado y un Johnnie Walker Gold Label Reserve