Knockando 12 años, destilado en el año 2000.

 Me parece que el mercado mexicano del whisky tiene características muy particulares que hacen que marcas como Macallan o Johnnie Walker tengan en él a uno de sus mercados principales, mientras que otras marcas, tengan una rotación mucho menor o que simplemente se traiga un lote y ya no lo vuelvan a traer jamás.

Pasó con Tullamore DEW, pasó con Glendronach y no sé con cuántas marcas más que son de calidad excepcional, pero que simplemente la gente no compra por alguna razón. Esto desafortunadamente hace que se limite el número de marcas disponibles y que sea difícil encontrar cosas nuevas y diferentes, o simplemente resurtir aquellas botellas que nos gustaron.

Por lo que mi primer consejo en este post es: si ves una marca rara, no compres una sola botella, compra al menos dos, para que tengas una para guardar en caso que alguna importadora decida no traerla más.

Todo este rollo viene al caso porque en el City Market me encontré el Knockando que voy a reseñar el día de hoy, no es caro y viene con año de destilación. Se trata del Knockando 12 años, destilado en el año 2000. Sí, es un whisky 12 años, que fue destilado hace 21… los sellos de importación tienen el año 2014, por lo que esta botella lleva almacenada o exhibida al menos 7 años. Pagar menos de $ 800 MXN ($ 40 USD) por esto me parece una ganga, porque hay que señalar que Knockando, propiedad de Diageo, ya no señala añada en sus botellas, o “temporada” según la destilería, lo cual considero le da un valor como coleccionable a esta botella.

Algo de historia en el tubo de la botella

Ahora, habiendo dicho lo anterior, creo que es importante saber pronunciar el nombre de la marca, que es bastante raro, por lo que te dejo liga al video sobre el tema:

El Knockando 12 años, viene embotellado a 43 grados ABV, está filtrado en frío y tiene color añadido, esto último está señalado en el tubo y en la etiqueta trasera de la botella. Hasta donde sé, está añejado en barricas exbourbon.

Mit Farbstoff = Con colorante añadido

Normalmente abro las botellas unos días antes de hacer la reseña, para que el whisky “respire” un poco, sin embargo, el día de hoy esta reseña se hace con la botella recién abierta, aunque sí, he dejado reposar la bebida en la copa por unos 12 minutos, un minuto por cada año de añejamiento.

Veamos:

Vista: tiene una viscosidad media y un color ambar claro.

En nariz: De entrada no es alcohólico, cosa que me parece excelente y es muy agradable. Primero llega un aroma a cereal, luego se apodera la fruta, pero ésta no es fresca, se acerca más a una fruta cocinada. Algo de tierra mojada, algo aceitoso y algo de barniz fresco. No es muy complejo realmente.

En boca: Miel, vainilla, astringente, ligeramente especiado, algo de mantequilla, algo de cítricos. Es ligero.

El final es medio, algo dulce y la astringencia se queda, tal vez sea lo que más destaca.

Con un chorrito de agua el aroma se rebaja muchísimo, pero se llegan a percibir notas cítricas, siguen las de tierra mojada y ya al final y con algo de esfuerzo llegan las de vainilla y miel. Sigue siendo un aroma agradable. En boca se perciben las mismas notas a miel, vainilla y mantequilla. La astringencia baja notablemente, pero las especias permanecen. El final se acorta, pero sigue siendo astringente.

Conclusiones: Es un típico Speyside en cuanto aromas y sabores. Considero que es uno de esos whiskies sin mayores complicaciones que sirve para pasarte una tarde agradable con tus amigos y que no te va a importar que alguien le llegue a poner hielo o incluso algo de agua, ya sea mineral, filtrada o de botella. Eso sí, si ves que le van a poner refresco ¡les debes dar un zape de inmediato!

Me gusta mucho que tenga añada, le da algo de caché, viene con un empaque bonito y lo mejor de todo es el precio, si es que lo encuentras. Es un muy buen single malt para estar en el rango de los $ 40 USD, es mucho más barato que el Glenfiddich 12, que está en el rango de los $ 1,000 MXN ($ 50 USD) y podríamos decir que es comparable en calidad, claro, con sus obvias diferencias. También se podría echar un quién vive con el Glenlivet Founders’ Reserve que es también más caro.

¡Ah! Y este whisky tiene una cosa especial para tu servidor: la añada que probé es del año en que me casé ¡Razón de más para exhibirlo en mi bar!