Sólo iba por Guacamole…

El otro día se organizó una comida de fin de año en casa de mi amigo Adolfo. Mi señora y tu servidor aportamos la comida y Don Adolfo la casa y accesorios, además de fungir como parrillero de lujo. El mismo día del evento quedaron algunos pendientillos, como el guacamole para las quesadillas.

Por supuesto resulté elegido voluntario para conseguirlo. Hay un supermercado cerca de la casa donde preparan un guacamole muy bueno los fines de semana y me fui para allá.

Para mala suerte mía, y de todos los que asistiríamos a la mentada comida, todavía no empezaban a hacerlo y tardarían un rato en sacarlo. Después de una consulta con el “alto mando” o sea, mi señora, decidimos buscar una alternativa más industrializada y me enfilé hacia las cajas.

Pero antes me di una vueltecita por la zona de vinos y licores para ver si había algo interesante.

Resultó que sí… todo estaba con un 30% de descuento, incluido The Macallan, que casi nunca entra en este tipo de promociones.

Realmente tenían los productos más típicos de todas las marcas pero me llamó la atención una vitrina en la que sólo quedaba una botella del Macallan Harmony Collection Intense Arabica con su caja medio manchada y algo estropeada en un par de esquinas.

Al preguntar a la señorita encargada de la zona de destilados me comentó que esa botella en particular tenía un precio reducido por ser la última y que sobre ese precio reducido tenía el 30% que se ofrecía en todos los vinos y destilados.

Realmente no tuve que hacer muchas cuentas para pedir que abrieran la vitrina y llevarme la botella.

Tengo que comentar que, si bien me gustan los whiskies de The Macallan, considero que son productos que tienen un sobre precio que no siempre corresponde a la calidad del líquido que contiene la botella.

Pero, bueno, decidí darle una oportunidad a esta expresión.


El Whisky

La Harmony Collection de The Macallan busca explorar nuevas formas de hacer empaques a partir del reciclaje de materias primas. En el caso del whisky que hoy te reseño está hecho a partir de cáscaras de café recicladas.

La idea de la colección es sacar un whisky nuevo cada año y ya va en el tercero. El primer año se trató del “Rich Cacao”, posteriormente el basado en el café Arabica, que es el que reseño hoy, y la tercera expresión está hecha en colaboración con Stella McArtney para celebrar “las exhuberantes tierras de Escocia”.

Como ya mencionaba, la caja, muy bonita y robusta, está hecha a partir de cáscaras de café. Presentado en botella de 700 ml, embotellado a 44% ABV y con color natural. Seguro tiene algún tipo de filtrado. Fue lanzado en 2022, según he investigado.

Es un NAS y está añejado en una mezcla no especificada de barricas de roble europeo y americano sazonadas con jerez.

La cata

Como suelo hacer con los whiskies añejados en barricas exjerez, utilicé la copita Riedel. El tiempo de reposo fue de poco más de 20 minutos, aunque aclaro que esto no fue deliberado, ya que me surgieron algunos temas urgentes que tuve que atender antes de iniciar la cata.

Con todo, creo que ese tiempo de reposo en copa ayudó.

Vista: Castaño, muy bonito por cierto. Viscosidad media.

Nariz: Jerez, nuez, ligero toque de café con leche o tal vez café capuchino. También aparecen unas ligeras notas a chocolate y dulce envinado. Por ahí hay algo de madera. 

Como quiera que sea, es una delicia oler este whisky y es el clásico que sirve de aromatizante. La habitación huele muy rico sólo con una copa servida.

Boca: Dulce, cremoso, envinado, con algo de vainilla, frutos secos y definitivamente tienes el recuerdo del café. Postre ligeramente especiado. No niega la cruz de su parroquia, si te lo pruebas a ciegas y has tomado alguna vez algún Macallan seguro lo identificarás como whisky de esa marca.

Final: Es corto para mi gusto, dulce, con nota a café con leche, ligeramente astringente y especiado. Curiosamente, después de un rato como que “regresa” el retrogusto, más envinado y mucho más astringente, pudieras decir que es de efecto retardado… ¡ja, ja!

Este es otro de esos whiskies que es muy bueno tomado derecho. Pero agreguemos unas gotitas de agua.

Nariz: Se vuelve más cremosa, la nota a capuchino se hace más evidente, también aparece una notilla a bodega húmeda. Después aparece la nota a jerez y es chocolatosa, cafezosa… 

Boca: Se vuelve más acuoso y ligero. Es mucho más accesible. Aunque es más aguado, sigue siendo cremoso, suena algo ilógico, pero es la sensación que me da. Las notas envinadas, a vainilla y ese toquecillo de café siguen estando presentes.

Final: Corto y dulce y sí, algo de café tostado, como dice la caja.

Conclusiones

Es un whisky muy bien diseñado que considero se debe tomar solo. No hay más.

Me gustó que esté embotellado a 44%, cae mal eso de que Macallan regularmente te ofrezca whiskies embotellados al mínimo indispensable de 40%, sobre todo viendo que se te pueden entregar cosas muy buenas con un poco más de contenido alcohólico.

Tanto tomado de manera casual como crítica es un muy buen whisky, balanceado, rico, con una complejidad media. Huelga decir que Don Adolfo, su cuñado Adrián y un servidor nos pasamos una tarde sumamente agradable con este whisky.

Tal vez de lo mejor que le he probado a Macallan en mucho tiempo.

Muy recomendable, si tienes la lana para pagarlo.

Esta botella se me va a acabar rápido, muy rápido y dentro de poco no será más que un buen recuerdo, porque seguramente no me voy a comprar otra, debido al precio elevado y que cada vez va a ser más escaso, al ser una edición limitada.


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