Bowmore 12 años, una agradable sorpresa.

 Lo vi varias veces en las tiendas, pero me decía que para qué, si ya conocía a los monstruos de Islay: Ardbeg, Cao lila, Lagavulin y Bruichladdich, pero el precio siempre parecía atractivo, sobre todo con descuento: Alrededor de 700 pesos.

Finalmente me atreví a comprar el Bowmore 12 años.


En un principio iba a ser tomado como un “regalo de Navidad” de mi esposa, pero al final de cuentas ella me compró algo más y pues, ni modo ¡me di un auto-regalo!

Lo mantuve guardado una semana sin tener claro cuándo lo abriría, hasta que llegó el sábado pasado y me reuní en Google Meet con mis amigos de toda la vida. Un par de ellos son fans de los whiskies de Islay, por lo que decidí destapar la botella para la ocasión.

Como lo he mencionado en varias ocasiones, el disfrute de una bebida varía dependiendo de la compañía, y en este caso fue, como siempre pasa con este grupo de amigos, excelente. Realmente descubrí un nuevo whisky, que no había probado antes, y que es bastante amigable. No tiene el humo de otros y tampoco es tan medicinal. Es bastante fácil de beber y una cosa importante, no te satura las papilas gustativas.

Por lo que he leído en otros lados, Bowmore 12 no es un whisky extraordinario y en el caso de una cata seria, con espíritu crítico, puede no salir de lo mejor evaluado, pero para disfrutar en una reunión, me parece excelente, sobre todo si te gustan los whiskies ahumados.

Y ahora, habiendo platicado la anécdota, te doy mis propias notas de cata hechas un par de días después:

Lo primero que tengo que decir, es que si vas a catar un whisky, debes dejarlo reposar un rato en la copa, aproximadamente un minuto por cada año de añejamiento. En este caso si el whisky tiene 12 años, dejarlo 12 minutos en la copa reposando. No es ley, pero personalmente he visto que ayuda y le añade emoción al ritual.

Vista: no hay mucho que decir porque es un whisky que tiene colorante artificial añadido.

Aroma: Sutil, dulce y un poco ahumado. Recuerda al aire marino. Después de un rato se percibe un olor a ceniza fría, pero también muy sutil.

Gusto: Aquí es donde se pone más interesante la cosa. Un poco de jerez, seguro pasó al menos una parte del tiempo de añejamiento en barricas de este tipo. Humo nuevamente, dulzor ¿tal vez miel? No sé. Tiene un poco de especias.

Es bastante rico, confirmo que no satura las papilas gustativas como otros, muy amable para tomar aunque sí, es algo delgado y le falta punch… después de todo está embotellado a 40 grados de alcohol.

El final es mediano para mi gusto y agradable.

Si piensas agregar agua, que sean unas gotas, nada más porque si no lo echarás a perder.

El aroma con agua deja de ser ahumado y se percibe más la madera, más cuero y algo medicinal, como yodo. En boca es mucho más dulce más accesible y el humo queda como nota final.

En cualquier caso: solo o con unas gotas de agua, definitivamente es un whisky para después de comer.

Como conclusión te puedo decir que el Bowmore 12 es un whisky muy adecuado para quienes quieran adentrarse en lo que se produce en la isla de Islay. Es algo que vas a disfrutar mucho si lo que quieres es pasar un buen rato con una bebida no-tan-cara y de una calidad superior, desde mi punto de vista, que cualquier blend de 12 años que puedas encontrar por ahí. Si ya conoces otros whiskies de esta isla, te puede parecer algo sin chiste y que no vale la pena, sin embargo creo que es importante darle su lugar a Bowmore, que es la destilería más antigua de Islay, fundada en 1779.


Comentarios

Lo más leído en el último mes

Ye Whisky of Ye Monks

Glenrothes Whisky Maker’s Cut

Probando el Naked Grouse