The Gauldrons

La Intro

Últimamente no he tenido oportunidad de comprar botellas nuevas, por lo que desde la reseña pasada estaré reseñando las muestras de los Remarkable Regional Malts de Douglas Laing que me hizo llegar mi amigo Octavio.

Como siempre, aclaro que todas las reseñas que hago son completamente independientes y no existe ningún tipo de patrocinio y de sesgo, a menos que sea una de mis marcas favoritas, por lo que pido una disculpa por esto último.

Lo anterior podrás comprobarlo con las dos reseñas que he hecho de esta colección. El Scallywag me encantó, mientras que el Timorous Beastie me quedó a deber. 

¿Cómo le irá a The Gauldrons? Sigue leyendo.


El Whisky 

Gauldrons significa “Bahía de tormentas” y se le ha dado ese nombre a esta expresión en referencia a la costa occidental de la península de Cambelltown, de donde son las maltas que la componen.

En la etiqueta te comentan que está conformado por una mezcla de “las más finas maltas de Campbelltown”, pero no te dice cuáles, pero casi te puedo asegurar que una de ellas es Kilkerraan. Tampoco hay que pensarle mucho de dónde vienen las maltas, si sólo hay dos destilerías en ese lugar: Glen Scotia y Springbank.

Está embotellado a un 46.2% ABV, sin filtrado en frío y color natural. La botellita que hoy te reseño es de 50 ml.


La Cata

Usé la copita de jerez y se tuvo un tiempo de reposo de 15 minutos.

Vista: Tiene un color semejante a un vino blanco pálido con notas doradas. Al igual que sus contrapartes de la colección, tiene buena viscosidad.

Nariz: Es de esos whiskies que aromatizan la habitación. Dulce y frutal con algo de cereal semejante a galleta María de mantequilla (disculparás el localismo, pero es una galleta muy común en México). Después de un rato, la nota frutal se define y es una mezcla de fruta tropical y cítricos. Tiene una ligera nota a bodega, madera vieja y una notilla marina por ahí… Al final me aparece una nota ligera a cereza. También encuentro algo de clavo.

Boca: Dulce/agridulce y especiado. Mucha miel y una ligera nota ahumada. También tiene una nota semejante a algún tipo de licor de fruta tipo Schnapps.

Final: Medio, dulce y ligeramente ahumado. Se nota algo de astringencia pero es bastante bajo. Al mero final se siente algo de amargor.

Con un poquito de agua.

Nariz: Dulce, pero la nota a bodega se acentúa y se percibe algo de humedad. Musgo. La nota a galleta María sigue. La nota frutal se asemeja más a fruta compotada. Madera. La nota cítrica se aligera mucho.

Boca: Dulce y la nota licorosa se acentúa y se asemeja a licor de mandarina.

Final: Medio, dulce y ahora se nota más cierta astringencia. Algo de amargor, humedad y ahumado.

Conclusiones

En boca es bastante retador. Los sabores ahí están, pero es difícil encontrarlos. Está como para pasarse una tarde con él descifrando lo que ofrece. Pude parecer más simple de lo que es.

La nariz es bastante compleja, con notas definidas, y me gusta que su aroma inunde la habitación.

En mi opinión es un whisky para tomarlo solo, no hay de otra.

¿Me ha gustado? Definitivamente.

¿Es de mis favoritos? No, pero vale la pena probarlo… y tenerlo.

En cuanto pueda me compro la botella de 700 ml.

 

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