Highland Park 16 Wings of the Eagle
La introducción
Highland Park es una de mis marcas favoritas de whisky. No lo puedo negar.
Por esto es que casi tuve que gritarle a la Flowers que se detuviera en el anaquel de esta marca cuando me llamó desde el Duty Free de Heathrow. Sí, tenían varias expresiones, pero la que realmente me llamó la atención es la que te reseño hoy.
¿Y porqué es esto?
Porque considero que una de las mejores edades para un whisky son los quince años de añejamiento… y a falta de eso, los dieciséis.
El Twisted Tattoo que aún conservo, también tiene dieciséis años y es una verdadera chulada, por lo que no esperaría menos de esta expresión.
Highland Park es una marca que normalmente mantiene un buen balance entre las notas marítimas, ahumadas y a turba y las notas dulces. No llega a ser un “peat monster” como los whiskies de Islay, por lo que generalmente es bastante fácil de tomar.
El Whisky
Se trata de una expresión exclusiva para el mercado del Travel Retail y forma parte de una colección que incluye otras cuatro expresiones.
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Las cuatro expresiones de esta colección |
Viene en una caja azul muy bonita, con el arte que ha caracterizado a la marca durante los últimos años y la botella no se queda atrás. Una cosa que me encanta es el tapón que es mezcla de corcho con tapa-rosca, ya que hace que cierre mejor la botella.
La presentación es en botella de 700 ml, con un muy decente 44.5% ABV y color natural. Esto último viene declarado en letras pequeñas en la etiqueta de la parte trasera de la botella.
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Color natural declarado en etiqueta trasera, junto con las notas de cata que pone la marca. Todo en letras pequeñas. |
Como no lo informa ni en la botella y en la caja, supongo que tiene alguna clase de filtrado.
El añejamiento se realiza en barricas de roble sazonadas con jerez (no te dice de qué tipo) “seleccionadas a mano”, todo con la idea de obtener un whisky “elegante y especiado” que te permiten identificar diferentes capas de sabor.
A ver si lo anterior es cierto…
La Cata
Utilicé la copita Riedel, como ya es costumbre con este tipo de whiskies. Lo reposé en copa por poco más de 16 minutos.
Vista: Dorado quemado, bastante bonito, por cierto. Tiene una viscosidad media.
Nariz: Dulce y ligeramente ahumado. Manzanas rojas, pero no frescas y algo de durazno. Frutos secos, algo de cereal. Canela, un poco de frutios del bosque. Ligeramente medicinal. También aparecen ligeros toques de tierra húmeda, azúcar moreno y algo de chocolate.
Boca: Dulce y ligeramente especiado. Mouth-watering. Miel y frutos secos dulces. Algún tipo de fruta roja. Algo de chocolate y dulce envinado.
Final: Largo. Es dulce, envinado, astringente y ahumado, con un toque de ceniza. Me toma por sorpresa una nota a chocolate de barra. También hay un ligero amargor, pero es agradable.
Con unas gotitas de agua, porque realmente este whisky así como viene me parece perfecto.
Nariz: Dulce envinado. Toffee. Tierra húmeda. Las notas frutales permanecen, pero se hacen más tenues. Canela y miel.
Boca: Dulce, aunque también aparece una nota amarga. Miel, frutos secos. Ligeras notas a chocolate y turba.
Final: Largo, dulce envinado, astringente y un poco ahumado.
Conclusiones
Este es otro Highland Park que me encanta, si bien me gusta mucho más en nariz que en boca.
Eso de las “capas de sabor” realmente está por verse, pero debo aceptar que probablemente deba darme un poco más de tiempo para encontrarlas. Sin embargo, me parece un whisky muy balanceado y rico que se toma con relativa facilidad.
La nariz es compleja, aparecen muchas notas que te toman por sorpresa y eso es muy agradable y a la vez retador.
Es un whisky al que hay que darle su tiempo, tomarlo con mucha calma y disfrutarlo lentamente. No recomiendo agregar agua, ya que considero que está muy bien con el porcentaje de alcohol con el que viene embotellado. Con el agua considero que “pierde” un poco.
Ampliamente recomendable.
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