Kensei, blended whisky japonés.
La Anécdota
Hace unos días fue mi cumpleaños e invité a unos amigos a cenar a la casa. Mi amigo Adolfo, a quien de cariño le digo Gramps por ser un poco mayor que un servidor, pensó que sería buena idea llevar un whisky japonés para probar… aunque tengo la sospecha que a él le gustan, ya que siempre que tiene alguno en su casa, nos lo ofrece…
Pero regresemos al punto… se trata de Kensei, un whisky que se encuentra con relativa facilidad en México y que no es tan caro como otras marcas japonesas, aunque es caro para mi gusto. Ya verás porqué más adelante.
Durante la noche lo probamos e intercalamos con otros whiskies escoceses, haciendo comparaciones sin mucho afán crítico y resultó ser una experiencia agradable.
Por tal razón, Adolfo tuvo a bien dejarme la botella para ser reseñada en el blog, claro ¡con la aclaración de que se la tengo que devolver!
“Fair Enough”, como dicen los gringos…
El Whisky
Por lo que alcancé a investigar, sin mucho afán académico, la palabra Kensei significa guerrero samurai de habilidad legendaria y esto busca reforzar la idea que este es un whisky artesanal hecho con el mayor cuidado del mundo.
Kensei es un blended malt elaborado con whiskies provenientes de las prefecturas de Nagano y Hokkaido en Japón. Una vez que se hace la mezcla, se añeja de 3 a 4 años en pequeñas barricas de roble americano.
La idea es que el mayor contacto del destilado con la madera resulte en un mayor aporte de sabor.
Esta expresión no declara edad y se presenta en botella de 700ml cerrada con tapa-rosca, embotellado a 40% ABV y aparentemente tiene color natural, pero esto no se declara por ningún lado. Casi con seguridad está filtrado en frío.
La cata
En esta ocasión utilicé la copa Glencairn y lo dejé reposar por 12 minutos aproximadamente.
Vista: Color dorado brillante y se ve ligero.
Nariz: Dulce, con notas a algodón de azúcar, también es floral, pero semejante a algún tipo de agua de colonia y con algunas notas amaderadas y un toquecito leve de cereza.
Boca: Dulce, con notas a miel y algo de cereal tostado. Es licoroso. Por momentos se asemeja a alguno de los whiskies oaxaqueños que he reseñado, pero no doy con cuál ¿Prieto y Prieta, tal vez?
Final: Corto, con nota a miel y ligeramente astringente.
Agregando un poco de agua…
Nariz: Se acentúan el algodón de azúcar y esa notilla a cereza. Permanece la nota a agua de colonia.
Boca: Demasiado ligero, pero consistente con los sabores encontrados. El dulzor de la miel y del cereal tostado, lo licoroso, permanecen. Juraría que hay algo de maíz por ahí. Aparece una nota especiada.
Final: Corto y dulce.
Conclusiones
Es un whisky curioso. Es el segundo whisky japonés que pruebo con espíritu crítico (El primero fuel el Yamazaki 12 años, que no he reseñado) y tiene notas que, si lo hubiera probado a ciegas, hubiera jurado que es un whisky con un contenido respetable de maíz.
Creo que con algo de hielo y tomado en high ball, como lo hacen los japoneses puede resultar muy agradable.
Es el primer whisky en el que detecto notas a cereza y a agua de colonia y eso lo hace especial.
Habiendo dicho lo anterior, no es un whisky que me haya encantado. En cuestiones de precio y empaque me parece caro para lo que es, ya que ronda los $ 900 MXN ($ 50 USD). No me gusta que la botella tenga tapa-rosca de metal, creo que eso demerita al producto, sobre todo al tener una botella bonita y una etiqueta tan bonita y minimalista.
En cuanto a sabor, creo que es algo que se podría probar para ampliar horizontes, no es malo en realidad, pero tampoco es algo que te haga decir ¡wow! me encantó.
Eso sí, para esa cena que compartí con Gramps, Chucko y Ed cumplió con su cometido. Fue un punto de conversación y provocó una sesión de chistes bastante agradable.
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